Unos 60 particulares de los principales núcleos urbanos del municipio de Sant Josep están esperando desde verano que el Ayuntamiento les suministre agua potable, después de haber solicitado la correspondiente acometida. Así lo confirmó ayer el equipo de gobierno de Sant Josep, después de que se hayan presentado las primeras quejas por esta demora.

Estos retrasos afectan sobre todo a los núcleos de Sant Jordi, Sant Josep y Cala de Bou, según explicaron fuentes municipales, que achacan la situación a problemas de «caudal» y de «justificación de la calidad» del agua suministrada.

Este hecho se produce cuando el alcalde, Josep Marí Ribas, ha admitido la falta de suficiente caudal de agua potabilizada para atender a la población. Marí explicó recientemente que muchos usuarios que se abastecían de pozos particulares o redes privadas han solicitado ahora conectarse a la red de distribución de agua desalada, por ser de mayor calidad, y ello ha disparado la demanda de caudal. Ante esta situación, el Ayuntamiento ha solicitado un volumen mayor de agua al Govern balear, pero éste ha contestado que en Sant Josep no hay suficientes depósitos para acumular este agua, por lo que se desconoce cuál será el desenlace de esta solicitud.