Los magistrados de la sección segunda de la Audiencia Provincial comenzaron a juzgar ayer en Palma a un británico que fue arrestado un local de Sant Antoni cuando, presuntamente, estaba vendiendo droga. La detención fue en agosto de 2016 y el sospechoso, según la acusación pública, llevaba varios tipos de droga, en concreto, siete bolsas de MDMA, tres de ketamina y tres con cocaína. Está previsto que hoy se reanude la vista y que el caso quede visto para sentencia.

La Fiscalía de Ibiza reclama para el acusado un pena de tres años y medio de cárcel.

Según se explica en el escrito de acusación, el británico fue sorprendido vendiendo droga en el interior de este local de Sant Antoni por los miembros del servicio de seguridad del establecimiento. Cuando fue detenido pasó dos días en el calabozo y, tras declarar en el juzgado de guardia, quedó en libertad provisional.