El Ayuntamiento de Ibiza ha informado esta mañana a los representantes de todas las asociaciones de taxistas que los vehículos de fuera no podrán prestar servicios de GPS en el municipio. Con esta medida, que no ha gustado al presidente de la Federación Insular del Taxi y de la asociación mayoritaria de Vila, Alejandro Cardell, Vila pretende forzar que el Consell regule el funcionamiento del GPS en toda la isla.

Ante la falta de regulación y ante las quejas de algunos taxistas, fundamentalmente los que operan con el segundo GPS del municipio, el concejal de Movilidad, Aitor Morrás, ha optado por tomar esta decisión. Morrás asegura que «en breve» se prohibirá vía decreto que los taxistas de otros municipios puedan prestar servicios de GPS en Vila, lo cual puede ocasionar un efecto cadena y forzar a los taxistas de otros municipios a pedir a sus ayuntamientos que actúen igual.

Morrás explica que «no es un capricho» de Vila y que no está en contra de que taxistas de otros municipios puedan operar en Vila, sino que se trata de «cumplir con la regulación actual». La orden de recogida insular sólo prevé que los taxistas de otros municipios puedan recoger a usuarios en una parada si no hay otro taxi local o a partir de 100 metros de la misma. No se especifica nada sobre el funcionamiento del GPS. Por ello, Vila quiere que el Consell alcance un acuerdo con los demás ayuntamientos y el sector del taxi para regular el funcionamiento del GPS en toda la isla.

Cardell considera que se trata de «una imposición y una medida de fuerza de Vila». «Se usa a los taxistas como rehenes para que el Consell aborde con los ayuntamientos y asociaciones este asunto», critica el presidente de la asociación mayoritaria de taxistas en Vila, que además presta uno de los servicios de GPS.

Un día de descanso a la semana

Por otra parte, Morrás también ha informado a los taxistas que a partir del próximo verano todos los taxistas tendrán que disfrutar de al menos un día de descanso a la semana. Para ello, se abrirá ahora una negociación para tratar de consensuar de qué manera se pueden regular los turnos de descanso. En todo caso, el concejal de Movilidad, ha advertido a los taxistas de que esta medida se va a aplicar «sí o sí» y que si es necesario, por la falta de acuerdo, «se obligará a los taxis a parar un día a la semana». «El descanso de los trabajadores es un derecho irrenunciable. La falta de descanso tiene una incidencia en la calidad y la seguridad del servicio», ha destacado el edil de Unidas Podemos.

Asimismo, en contra del criterio de Cardell, el Consistorio también ha decidido cambiar la parada ubicada en la calle Galicia, en el barrio de ses Figueretes, a la de Ramon Muntaner, entre la avenida de España y la calle Navarra. El cambio se debe a «las molestias» que los vehículos causan a los vecinos de la calle Galicia. Morrás justifica que esta calle es «más estrecha» que la de Ramon Muntaner y causa «un efecto chimenea». Cardell considera que «no está suficientemente motivado» y que es «una imposición más» del Ayuntamiento.