La Audiencia Provincial de Balears dejó ayer visto para sentencia el juicio al acusado de robar a un amigo mientras este estaba en coma. Tanto la Fiscalía como la acusación particular mantuvieron sus peticiones iniciales de pena, aunque el Ministerio Público propuso cambiar la calificación delictiva de la apropiación indebida inicial a un delito de estafa agravada.

El fiscal reclama una pena de tres años y medio de prisión y una multa de diez meses a diez euros diarios, es decir, 3.000 euros. También se le reclama una indemnización de 19.500 euros, que es la cantidad que le estafó a la víctima.

Sin embargo, la acusación particular, ejercida por la presunta víctima, va mucho más allá y acusa al sospechoso de más delitos. Por transferirse el dinero mientras su compañero estaba en coma, reclama seis años de prisión, y por el delito de coacciones, tres años más. Además, según la víctima, el acusado le envenenó, por lo que también le imputa la presunta comisión de un delito de homicidio en grado de tentativa, por el que reclama ocho años de prisión. En total, la acusación particular pide 17 años de cárcel para el acusado.

Según relata el escrito de la acusación pública, entre enero de 2015 y mayo de 2016, el procesado convivió en la isla con un hombre que se encontraba enfermo. Haciéndole compañía, el acusado «logró ganarse su confianza, gracias a lo cual consiguió que, en fecha 3 de mayo de 2016, [el hombre enfermo] otorgara [al acusado] en la ciudad de Ibiza un poder notarial, en virtud del cual, se le permitía, entre otros extremos, realizar operaciones bancarias» con su dinero.

Hace exactamente un año, el 17 de enero de 2019, la propia Audiencia Provincial decretó la busca, captura y encarcelamiento del acusado, que no se presentó al juicio.