El decreto del Govern balear contra el turismo de borrachera quedó aprobado ayer definitivamente y entrará en vigor tan pronto como se publique en el Butlletí Oficial de les Illes Balears (BOIB), lo que sucederá el martes o, a más tardar, el jueves. Eso significa que esta temporada será ya de aplicación. Aunque la conselleria, en una decisión con pocos precedentes, denegó a la prensa el articulado y la zonificación ya aprobados argumentando vagos pretextos, la nueva normativa supondrá una serie de efectos prácticos que fueron desgranados en Ibiza por la directora general de Turismo, Rosana Morillo.

Las zonas turísticas afectadas por su aplicación son s'Arenal de Palma, Magaluf (Calvià) y el West End de Sant Antoni. Las sanciones alcanzarán los 600.000 euros.

El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Sant Antoni reaccionó ayer aceptando la implantación de estas medidas y ha visto aceptada la zonificación que propuso, si bien lamentó que este decreto no se aplique «a toda la isla», como dijo el alcalde, Marcos Serra. Estos son los ejes generales del decreto:

Bodegas, cerradas de 21.30 a 8.00 horas. A partir de ahora, todas las bodegas, supermercados y otros establecimientos comerciales dedicados a vender alcohol deberán cerrar entre las nueve y media de la noche y las ocho de la mañana. En las zonas delimitadas por el decreto, se prohíben la publicidad referida al consumo de alcohol, las barras libres, las excursiones etílicas denominadas pub crawls, las happy hours, las ofertas de 2x1 o 3x1 y los autodispensadores de alcohol. Las bebidas deberán cobrarse a un precio unitario, sin posibilidad de promoción alguna. En los hoteles y restaurantes de todo incluido en estas zonas solo se podrán ofrecer a los clientes tres bebidas alcohólicas por persona en comidas y cenas.

Suspendida la concesión de nuevas licencias de party boats.- En todo el territorio de Balears, estén o no dentro de las zonas del decreto, queda suspendida la autorización de nuevas concesiones de party boats. Además, en las tres zonas afectadas por la norma «se prohíbe hacer publicidad de esta actividad» y dichos barcos no podrán recoger o desembarcar clientes en estas zonas», añadió la directora general. A partir de ahora, se abre un plazo de dos años para regular esta actividad.

Multas y expulsiones por balconing .- Los turistas que practiquen el balconing (saltar de un balcón a otro o lanzarse desde ellos a la piscina) o los hoteleros que lo permitan recibirán ahora fuertes multas. Los turistas serán expulsados «inmediatamente» del hotel y los empresarios estarán obligados a desalojarlos.

Régimen sancionador: hasta 600.000 euros.- Se consideran faltas graves las prácticas peligrosas para la vida o la salud de los clientes, la falta de información en los hoteles sobre estas prácticas peligrosas, la no expulsión de clientes que las cometan, ofrecer habitaciones por horas y hacer publicidad de bebidas o tener expuesto alcohol en los hoteles, entre otros aspectos. La sanción en estos casos irá de los 6.001 a los 60.000 euros. Las muy graves serán la venta de bebidas alcohólicas fuera del horario permitido, ofrecer promociones alcohólicas, mantener dispensadores de alcohol, venderlo a menores y embarazadas, realizar publicidad y pub crawls. Sus sanciones irán de los 60.001 a los 600.000 euros y, si es el caso, el cierre del establecimiento por un periodo máximo de tres años.

Inspecciones múltiples.- Todos los cuerpos de inspectores del Govern (consumo, comercio y turismo), la Policía Local y la Guardia Civil quedan habilitados para levantar actas de infracción. Sin embargo, la directora general señaló que quien resolverá los expedientes será el Consell, por tener competencias en turismo.