Visto el deseo de nuestro obispo, la petición del párroco, el interés del Ayuntamiento de Santa Eulària, la aquiescencia del equipo de gobierno del Consell y mi decidida voluntad como conseller de Cultura, nos pusimos a trabajar. El proyecto arquitectónico lo encargamos a Joan Prats Bonet. De la restauración del retablo se hizo responsable el equipo de María del Carmen Carretero que, a la sazón, era la directora de la Escuela de Artes y Oficios, ubicada en la avenida España.

Lamento no haber apuntado detalles, nombres, anécdotas, situaciones, conflictos. A la hora de contarte mis andanzas, querido hijo, todo sería más fácil. Claro está que guardo mis archivos y, gracias a Dios, tengo memoria. Y empezamos las obras en Jesús.

La iglesia se cerró -las funciones litúrgicas se hacían en es porxos, debidamente adaptados- y el retablo fue desmontado y trasladado al contiguo salón parroquial. Alguien temía por la seguridad de las tablas. Yo también. A la hora de redactar el proyecto de restauración del templo, tuvimos en cuenta el deseo del pueblo de encontrar una solución al problema de espacio y circulación que se presenta los días de mucha afluencia.

Obra discutida

Decidimos comunicar las capillas mediante aberturas. Así de sencillo, pero fue muy discutido. Alguien opinaba que se rompía con la intimidad de la iglesia. Pero la comisión de patrimonio dio el visto bueno. Las obras duraron más tiempo del deseado porque, especialmente el retablo, era labor muy delicada. El arquitecto Prats Bonet me invitaba, semanalmente, a visitar los trabajos, tanto de la iglesia como de la casa parroquial (enorme, por cierto). Joan es muy meticuloso y en esta clase de intervenciones, muy exigente. Mi máxima preocupación era que el retablo pudiera aguantar la humedad del templo. Para ello no dudamos en instalar los deshumidificadores necesarios para que las pinturas de Rodrigo de Osona se conservaran debidamente. Su vigilancia y mantenimiento correrían a cargo de la parroquia.

Guardo el programa de inauguración. La invitación era para el día seis de septiembre de 1991, a las ocho de la tarde, y el acto contó con la presencia del pueblo, de las autoridades y también estuvo el coro del Conservatorio que entonó, con oficio, los Gotxos a Nostra Senyora de Jesús, letra y música de Macabich y Cerdà, respectivamente. La convocatoria iba acompañada de una salutación a cargo del presidente Marí Calbet; del obispo, Ureña Pastor; del párroco, Enrique Torres; del obrer major, Francisco Pascual; del arquitecto, Joan Prats Bonet; de la directora técnica de la restauración del retablo, Carmen Carretero y del conseller de Cultura. Con motivo de la restauración de la iglesia, del retablo y de la casa parroquial, M. Villangómez grabó, ex profeso, un documento poético e histórico. También intervino Gabriel Sorà.

Te resumo, Joan, parte de los escritos que publicamos en el programa y que dicen lo siguiente: «En la restauració d'una de les més velles esglésies extraurbanes i del millor retaule de totes les Pitiüses, ambdues obres del segle XV, el Consell hi ha tengut una participació directa i un protagonisme d'acord amb la seua responsabilitat. La satisfacció de qui presideix l'entitat, en nom de tots els eivissencs i formenterers és plena un dia com avui i una esperança que d'aquí endavant, la nostra cultura i la nostra història seran punt de referència comú». (Toni Marí Calbet, presidente).

«Os saludo con el mayor gozo y os convoco a las fiestas patronales e inauguración de nuestro templo restaurado, con su magnífico retablo. Que la restauración de nuestra iglesia parroquial sea signo exterior de una restauración espiritual profunda... Agradezco a la Diócesis, al Consell, al Ayuntamiento y a todos vosotros, queridos hijos, las aportaciones económicas que lo han hecho posible». (Manuel Ureña Pastor, obispo).

«¿Qué puede decir el párroco de Jesús, después de ver la iglesia restaurada y el retablo, otra vez, en su sitio? Demos gracias a Dios por haberse servido del Consell Insular, del Obispado, de la buena gente de Jesús y otros rincones de la Isla y del Ayuntamiento de Santa Eulalia del Rio, para llevar a cabo esta magnífica obra... 1991 pasará a la historia como el año de bendición». (Enrique Torres, párroco).

«Gràcies! Tan sols unes paraules d'agraïment a tots es que han fet possible sa restauració d'aquestes obres que avui inauguram. Es retaule i s'església de la Mare de Déu de Jesús són ses joies des nostro poble i es centre de sa nostra vida i de ses nostres festes. Que molts d'anys ho puguem celebrar!». (Francisco Pascual, obrer major de sa Parròquia).

«En la seua vida els edificis, com les persones, necessiten intervencions restauradores que els tornin a un bon estat i normal funcionament. L'església de Jesús, tant el seu valuós retaule com el temple i la casa parroquial, amb zones ruïnoses que no podien ser utilitzades, les demanaven. Assortadament i gràcies a l'esforç generós de la parròquia i es vesins, de la diòcesi i de les institucions, Ajuntament de Santa Eulària des Riu i Consell Insular d'Eivissa i Formentera, la restauració s'està fent. Al·leluia». (Joan Prats Bonet, arquitecto).

«Ahora es el momento de contemplar el retablo ya restaurado, admirándonos, una vez más, de la belleza de sus formas y colores, de la delicadeza de sus veladuras y, ¿por qué no? poniéndonos a pensar también en su materia: madera de pino, pigmentos minerales molidos por el artista de hace cinco siglos, con paciencia y amor y toda una serie de componentes pensados para sobrevivir en perfecto estado durante cientos de años». (Carmen Carretero, directora técnica de la restauración del retablo).

«Si el 29 de maig de 1555, la Universitat d'Eivissa donà vint sous en ajuda d'una restauració a l'església de Jesús, ara el nostre Consell -hereu d'aquella- ha invertit molts milions -quasi vint- per reparar allò que el temps havia fet malbé... En el silenci de la petita església i contemplant la magnificència del retaule facem el propòsit de deixar caure dins el solc de la cultura, la llavor d'estimar cada dia més allò que es nostre». (Joan Marí Tur, conseller de Cultura i Patrimoni).Sobre el ‘marc de fer trons’

Acabados los actos protocolarios de inauguración del templo y del retablo, pasamos a visitar las dependencias del exconvento -ahora espaciosa casa parroquial- también restaurada. Sonaban tambors i castanyoles, se danzaban curtes i llargues, se descorchaban botellas de vino de la tierra y se degustaba nuestra repostería. Yo lo miraba todo con alegría y satisfacción. Busqué es mac de fer trons -debidamente conservado- y me situé sobre él mientras pensaba que siglos atrás, en una fiesta como la de hoy, habría retumbado el suelo y el aire olería a pólvora. Joan, tenías once años y venías con nosotros. Al regresar a casa te recitaba este goig escrito por Macabich: «No hi ha a s’illa una contrada que no sàpia aquest camí, que tot temps a peu descalç tants i tants varen seguir, per agrair-vos, Senyora, es béns que mos alcançau. Mare de Déu de Jesús, donau-mos amor i pau».