La moratoria de nuevas salas de juego aprobada el viernes por el Govern balear hasta 2022 para redactar, mientras tanto, una ley que regule el sector, ha puesto fin a una grave amenaza social: la proliferación de salas destinadas a una actividad que, según todos los expertos, incentiva la ludopatía entre la población. En Ibiza, el número va creciendo y, como publicó recientemente este diario, aumentan los casos de quienes se funden literalmente toda su nómina en apenas dos días. Los jóvenes son las víctimas propicias para este negocio, gracias a su propagación también a través de Internet y el tirón publicitario de caras conocidas del espectáculo, que no tienen escrúpulos para participar en esta espiral.

La concejala de Urbanismo del Ayuntamiento de Eivissa, Elena López, reconoció hace pocos días a este diario que en el último año se han otorgado dos nuevas licencias para salas de juego en la ciudad, que se sumarían a las quince que existían el pasado mes de marzo. En los tres últimos años Ibiza y Formentera han asistido a un auténtico boom de salas de juegoboom, pues se ha duplicado su número en tan breve plazo.

Ello ha sucedido a pesar de que en mayo entró en vigor el nuevo reglamento de salones de juego, que establece limitaciones consistentes en una separación mínima entre un salón y otro (250 metros) y entre estos locales y los centros educativos (100 metros). Son distancias que han sido calificadas de muy moderadas, sobre todo teniendo en cuenta que esta separación alcanza los 500 en la ciudad de Palma, los 700 en la Comunidad Valenciana o los 500 en Euskadi.

La nueva ley que prepara el Ejecutivo autónomo mientras está en vigor la moratoria será, con toda seguridad, más restrictiva.

Vila está «preocupada»

Elena López, al ser preguntada por la posibilidad de que el Ayuntamiento actúe al respecto (aún no se había anunciado la moratoria del Govern) señaló que este es un tema que «preocupa» al gobierno municipal, pero «las competencias son del Govern balear». Así y todo, aseguró que sus juristas «están dando vueltas» a la normativa para ver si pueden limitar estos locales desde la propia Corporación.

Sin embargo, otros ayuntamientos de la isla de Ibiza (Sant Antoni y Santa Eulària) ya han encontrado la forma de hacer frente a esta oferta, utilizando para ello las normas que impiden determinados usos en suelo urbano. Hace solo unos días se conocía que también el Ayuntamiento de Inca (Mallorca) tramitará una modificación de su Plan General para limitar estas salas, pues también allí siguen entrando solicitudes de licencia.

La concejala de Ibiza añadió que, además de la existencia física de locales en la calle destinados al juego, resulta igualmente peligrosa la proliferación de anuncios en internet y en los medios de comunicación incitando continuamente a consumir este tipo de oferta lúdica.