El estudio sobre el estado de las praderas de posidonia de Cala Vedella realizado por el Grup d'Estudis de la Naturalesa (GEN-GOB Ibiza) ha revelado que, en la zona de la bahía donde se concentran los fondeos, se registra una media de un 25% de posidonia muerta en las praderas, un porcentaje que llega hasta el 45% en los puntos más degradados. Este trabajo, encargado por el Ayuntamiento de Sant Josep, constata el delicado estado de salud de estas praderas en la playa y es el primer muestreo de un seguimiento anual de la posidonia para comprobar cómo evoluciona su población.

El técnico del área marina del GEN-GOB, Xisco Sobrado, y la concejala de Medio Ambiente de Sant Josep, Mónica Fernández, presentaron ayer este estudio, que se inició el pasado mes de abril. Para evaluar el estado de las praderas, los técnicos han colocado nueve estaciones de seguimiento en las tres zonas de la bahía en función de la profundidad.

De estas tres áreas, solamente se han obtenido buenos resultados en el estado de salud de la vegetación que se encuentra en la zona externa de la bahía, en aguas de entre 12 y 15 metros de profundidad. Por contra, en la zona media de Cala Vedella, con fondos de entre cuatro y 12 metros, se encuentran los datos más negativos, coincidiendo con la zona donde se concentran los fondeos incontrolados.

Según un recuento llevado a cabo en 2016 por el GEN y el Ayuntamiento, en temporada alta llegaban a fondear hasta 80 embarcaciones al día. Pero, además del efecto del propio anclaje sobre las plantas, Sobrado apuntó que su salud también se ve perjudicada por las vertidos de aguas residuales de los propios barcos «y de la propia infraestructura costera-litoral», haciendo referencia a «vertidos no controlados». «No necesariamente de depuradoras», precisó Sobrado.

Este proceso de pérdida de calidad del agua, «eutrofización», por la acumulación de nutrientes y material orgánico también está afectando a la tercera área de estudio, la más cercana a la orilla y de entre dos y cuatro metros de profundidad. En esta «zona interior», si bien el índice de conservación de la posidonia no registra unos niveles tan bajos como en la «zona media», sí que se ha detectado que sufre «una debilidad estructural muy elevada y las hojas se rompen con facilidad», advierte Sobrado.

El técnico del área marina del GEN-GOB Ibiza subrayó que este estudio es una primera «fotografía» del estado de la posidonia en Cala Vedella. «Se necesitan al menos diez años de seguimiento para saber cómo va evolucionando la población de posidonia», aclaró.

No obstante, el estudio advierte en sus recomendaciones que se deben regular los fondeos, así como «abordar el problema de la eutrofización», apuntó Sobrado. El GEN también propone que esta regulación se incluya dentro de los planes de gestión de la Red Natura 2.000 y que se retiren los cerca de 150 muertos para el fondeo de embarcaciones que se concentran en Cala Vedella.

Por su parte, Mónica Fernández recordó que el Ayuntamiento está tramitando ante la Demarcación de Costas un proyecto para limitar y regular con 36 boyas ecológicas los fondeos en Cala Vedella. La concejala de Medio Ambiente de Sant Josep también anunció que el Ayuntamiento impulsará nuevos estudios sobre el estado de la posidonia en otras zonas de la costa del municipio como Cala de Bou.