Francina Armengol [la presidenta del Govern] ya ha dicho que el Consell tiene que cumplir los compromisos adquiridos en el pasado mandato, como pagar algo más de la mitad de la escuela de hostelería o las VPO del solar de la comisaría. Si dice que el Consell no tiene capacidad para hacerlo, ¿tiene un plan B?

Los compromisos evidentemente deben cumplirse. Ahora bien, eso no quiere decir que desde el Consell no seamos reivindicativos con aquellas cuestiones necesarias para Ibiza y, sobre todo, en las que la institución no es competente directamente. Reclamar la parte que nos corresponde como isla es un ejercicio de lo más normal del mundo.

¿No hay plan B?

Hemos sacado adelante la construcción de la escuela de hostelería con un gasto plurianual, pero se debe refinanciar [el Govern debe asumir su coste] porque, de lo contrario, podría comprometer otras inversiones que son competencia directa del Consell. En este momento sólo contemplamos un plan A. El Consell está dispuesto a endeudarse [con un crédito] para financiarlas, pero con un acuerdo con el Govern para que estos fondos retornen a la isla [se devuelva]. Esta es la propuesta que hemos transmitido al Govern. Otro planteamiento sería muy injusto. Creo que llegará a buen puerto porque el Consell ha demostrado su buena voluntad.

Si el Govern no tiene recursos para financiar íntegramente estos proyectos que son de su competencia, ¿da por perdido que contribuya a financiar la segunda fase del Palacio de Congresos de Santa Eulària?

No. Hay infraestructuras que son necesarias y estratégicas. El primer paso es manifestar la voluntad política de sacarlas adelante. Creo que el Govern también tiene que dar un paso adelante. Siempre pongo el mismo ejemplo: si en Mallorca ha sido posible, ¿por qué no en Ibiza? Hay que tener en cuenta, además, que el proyecto del palacio de congresos de Santa Eulària se empezó antes que el de Mallorca. Creo que hay un claro agravio comparativo. Ibiza dio el primer paso y se ha quedado atrás. Es el momento de recuperar el tiempo perdido.

¿El Consell tiene capacidad para ejecutar solo este proyecto?

Evidentemente no. Creo que se deberá emplear la misma fórmula que se aplicó con el palacio de congresos de Palma: una financiación mixta entre el Ayuntamiento, Consell y Govern balear. Y no descarto la participación de la iniciativa privada. De otra manera, lo veo complicado. Si hay voluntad, se podría iniciar en este mandato.

Si hasta ahora no ha habido voluntad política, ¿por qué cree que ahora sí puede haberla?

Porque las voluntades políticas se expresan y los objetivos se consiguen si se es insistente. Yo creo que el Consell, que es la voz de todos los ibicencos, debe ser insistente ante Mallorca con todos aquellos proyectos que considera necesarios y estratégicos para la isla. Se trata de un producto turístico que cada año va creciendo. Ibiza no puede renunciar a este sector porque ayuda mucho a desestacionalizar. Es necesario acabar este proyecto para que se puedan organizar eventos con una capacidad para 800 ó 1.000 personas. Desde el diálogo, estoy convencido de que es un proyecto viable, y tardaremos más o menos tiempo, pero saldrá adelante.

Su gobierno ha dicho que no descarta el proyecto de ampliación del Recinto Ferial de Ibiza previsto por el PSOE para reconvertirlo en un palacio de congresos. ¿Primero va Santa Eulària?

A ver, el palacio de congresos de Santa Eulària es de Ibiza, no hay que concentrar todas las infraestructuras en el mismo territorio, en Vila. Ibiza es pequeña y se pueden distribuir por toda la isla. Es de justicia descentralizar los servicios.

¿Entiende pues que con el Palacio de Congresos de Santa Eulària ya es suficiente?

Ibiza en este momento no necesita más de un palacio de congresos. Ahora no tenemos ninguno, sólo la primera fase de un proyecto muy ambicioso que se ha replanteado para abaratar costes y para que sea más asumible económicamente, versátil y útil para las necesidades actuales.

Visto el presupuesto del año que viene, sobre todo el recorte del capítulo de inversiones, ¿se cumple lo que usted ya dijo en 2012 de que el Consell es inviable económicamente?

Desde la ley de financiación de los consells, de 2014, se cuenta con unos recursos propios importantes. 89 millones de euros es mucho dinero. Pero hay que gestionarlos de manera adecuada y destinarlos a las competencias directas. De nada sirve aprobar unos presupuestos hinchados, si luego el grado de ejecución se queda por debajo del 50%, como ha llegado a pasar en los últimos años. El Consell no es más rico porque tenga un presupuesto más alto.

¿Cómo se entiende que el Consell de Menorca, cuya isla tiene 50.000 habitantes menos que Ibiza, prevea gestionar casi 10 millones de euros más?

No he analizado el presupuesto de Menorca y desconozco su contenido. Pero conozco muy bien los recursos ordinarios del Consell de Ibiza [los que recibe del Estado, del Govern y los ingresos propios a través de las tasas de servicios que presta] y son los que son. No hay más. Hemos hecho una foto real de la financiación del Consell, sin hinchar ingresos ni incorporar recursos extraordinarios.

¿Se cambiará la ubicación del centro de menores de sa Coma?

Tenemos la idea de trasladar el centro de menores a otra ubicación y trabajamos en un proyecto más ambicioso que afecta a toda el área de bienestar social. Se trataría de hacer un nuevo edificio en el que se concentraran todos los servicios de bienestar social, incluido el centro de menores.

¿Dónde se ubicaría?

Tenemos varias ubicaciones sobre la mesa [en Vila]. En su momento, se anunciará. Disponemos de un proyecto muy necesario y ambicioso, pero sobre todo viable desde el punto de vista económico. Esta sí es una obligación del Consell. Necesitamos refinanciar otros compromisos asumidos y que no son competencia del Consell para que este centro pueda salir adelante. Trabajamos en esta línea. Cuando lleguemos a un acuerdo con el Govern para que financie, por ejemplo, la escuela de hostelería, podremos destinar todos los recursos que tenemos comprometidos para esta infraestructura en 2021 y 2022 al área de bienestar social, que es prioritario y muy necesario.

Y lo que hablábamos al principio, ¿y si falla el Govern?

No puede fallar porque estaría dando la espalda a los ibicencos. El Govern nos tiene que ayudar. Estamos dispuestos a endeudarnos y a hacer un esfuerzo financiero, pero el Govern también. Ibiza debe ser reivindicativa y eso a veces se confunde con deslealtad, cuando no tiene nada que ver. No se trata de hacer oposición al Govern balear, como se ha dicho, sino de pedir aquello que entendemos que es justo y necesario. Si callamos, no nos lo darán. Tenemos que ir a buscarlo con un frente común de todos los partidos.

¿Cúanto puede costar?

Cinco o seis millones de euros.

La directora general de Recursos Hídricos ha manifestado que el traspaso de la competencia del agua a Ibiza es «inviable» con los medios de los que se disponen ahora. ¿Es otra batalla perdida con Mallorca?

No hay que tirar la toalla a las primeras de cambio. Todos los partidos llevaban en sus programas que reclamarían las competencias de recursos hídricos...

Y ya van varias campañas en que se repite el mismo mensaje.

Efectivamente. No puede ser que se engañe a los ciudadanos: primero se pide una cosa y luego se dice la contraria por tacticismo político o lo que sea. Ya he planteado a la presidenta [Armengol] que se haga una transferencia progresiva de esta competencia y no lo ha visto con malos ojos. Se deben ir dando pasos. No culminará en una legislatura, pero Ibiza debe gestionar sus recursos hídricos: sus desaladoras, depuradoras, torrentes, que están en un estado lamentable de abandono. Hay que lucharlo y todos los partidos deben seguir el mismo camino. Estoy convencido de que si se gestiona desde Ibiza se conseguirán mejores resultados.

¿Ibiza debe seguir el modelo de Formentera y limitar la entrada de vehículos en la isla?

En cuanto a vehículos de alquiler no tengo ninguna duda, al igual que con las autocaravanas que desembarcan en la isla sin un lugar donde acampar. No pueden llegar aquí flotas enteras de vehículos de alquiler en temporada, invadiendo nuestras carreteras. Tenemos que buscar fórmulas que nos permitan saber cuántos vehículos hay sobre la isla y cuándo llegan. Hay que empezar por aquí. No pagan ningún impuesto en la isla y provocan muchas veces una sensación de agobio tanto a los residente como a los turistas. El colapso es de vehículos. Hay que apostar por el transporte público y por limitar el número de autocaravanas y vehículos de alquiler que vienen a hacer el agosto. Se trata de que las flotas estén controladas. Estamos en un territorio insular, por lo que se ha de marcar un límite.

Como discurso queda muy bien, pero ¿realmente piensa aplicar algún tipo de control?

Sí, estamos analizando cómo lo hizo Formentera. Es un modelo similar en cuanto a la justificación. Formentera, que es más pequeña que Ibiza , lo hizo para todo tipo de vehículos mientras que nuestra idea es empezar por los vehículos de alquiler y las autocaravanas.

¿Cuándo se podía aplicar una medida de este tipo?

Estamos trabajando. A ver si a lo largo de 2020 somos capaces de poner sobre la mesa una fórmula legal, que no nos la puedan tumbar. Necesitaremos la ayuda del Govern balear. Si hacemos un planteamiento sólido y serio, tendremos su apoyo. Es una cuestión obvia y que todo el mundo ve. No tenemos una capacidad ilimitada de vehículos. Y en este caso, los vehículos de alquiler son el factor que más distorsiona en este momento.

Usted dijo que quería cambiar el funcionamiento del Consell desde dentro. ¿Ha cambiado algo en seis meses?

Se ha impreso otro ritmo de trabajo. Las cosas funcionan si dedicas tiempo y esfuerzo. Nos encontramos un Consell demasiado compartimentado, con una falta de criterios de dirección, lo cual provocaba muchas veces que no hubiera un funcionamiento claro, con reinos de taifas por decirlo de alguna manera. El Consell tiene muy buenos profesionales y estaban desmotivados por un escenario político que no contribuía a que la institución funcionase de forma adecuada. Había una desconfianza entre los políticos y los funcionarios. Hay que crear un clima de confianza. Queremos que se cree un ambiente de trabajo, y que el pilar sea el trabajo en equipo. Este trabajo se hace día a día. No se puede cambiar todo con una varita mágica. Cambiar las inercias es complicado, pero estamos en proceso de hacerlo.

Cuando dice que el ritmo ha cambiado, ¿quiere decir que ahora se trabaja más?

Tengo la sensación de que han cambiado muchas cosas. Hemos puesto al día las subvenciones, se han sacado todas las convocatorias, los pagos se están poniendo al día, se están reestructurando los departamentos€ Hay una serie de trabajos que harán que estas inercias se reviertan y sea más fluido el funcionamiento de la institución. Es un reto dirigir una institución. No es fácil sobre todo cuando había una serie de procesos que habían provocado que el Consell estuviera atascado.