A medida que los años pasan, la Navidad, ese periodo del año que tanta alegría e ilusión trae a los hogares, puede convertirse en una época difícil y nostálgica en la que los sentimientos de pérdida y de añoranza salen al encuentro. Esta serie de emociones suelen instalarse en lo más profundo del individuo cuando, por ejemplo, en las reuniones familiares empieza a haber sillas vacías; huecos que recuerdan la falta de un ser querido y que se hacen difíciles de sobrellevar, incluso en compañía. Por ello, con el objetivo de acompañar y guiar a los ciudadanos a través de esta complicada etapa, la funeraria Aurens ofreció el viernes su tercera jornada anual sobre el duelo, que contó con Pablo Rodríguez, psicoterapeuta especializado en pérdidas, como ponente.

Durante el encuentro, celebrado en el Club Diario de Ibiza, Rodríguez explicó a los asistentes qué es exactamente el duelo y ofreció una serie de pautas para «sobrevivir a estas delicadas fechas», en las que las pérdidas familiares «parecen más tangibles». A través de su ponencia 'Es Navidad...y en casa hay una silla vacía', el especialista quiso normalizar la existencia de este proceso, ya que «es necesario» y debemos respetar «nuestras necesidades a la hora de expresar nuestras emociones», puntualizó. «Angustia, ansiedad, no querer volver a casa porque la persona no va a estar, enfado con la gente, con el mundo, con Dios, con nosotros mismos. Impotencia, añoranza, melancolía», enumeró Rodríguez. «Dificultad para concentrarse, falta de sueño, pensamientos obsesivos, llanto incontrolable, dolor de cabeza, presión en el pecho, impotencia», continuó exponiendo el especialista entre el asentimiento e incluso las lágrimas de parte del público, que se iba sintiendo «cada vez más identificado», y con «ganas de compartir la experiencia y el dolor», como comentó uno de las asistentes.

La evasión no es una opción

«Tenemos que aceptar que es necesario pasar por este proceso, aunque cada uno lo gestione de una manera diferente», prosiguió el psicoterapeuta. «La evasión no es una buena solución. Aunque sea tentadora, tan solo pospone el duelo, pero no lo evita. Hay que afrontar que esa persona no está. Hablarlo con los familiares, recordarla de manera especial a través de un ritual familiar, una foto, un recuerdo, un dibujo...», destacó.

También habló de la «necesidad de compartir esos sentimientos» con «los seres queridos». «Atreverte a expresar lo que sientes es la única manera de sobrellevar esta situación. Porque en estas navidades la misión no es celebrar, la misión es sobrevivir», agregó comprensivo. «Hay muchas familias que pasan juntos las fiestas y parece que disfrutan. Nadie habla de la ausencia del padre, o de la madre, o del hijo, o del hermano...simplemente se esfuerzan por sonreír e instauran lo que llamamos dictadura de silencio», añadió el psicoterapeuta sobre lo que denomina «una huida hacia adelante». «Sin embargo, todos están rotos por dentro y lloran solos en un rincón, porque están viviendo su dolor de manera individual en lugar de apoyarse entre todos», lamentó mientras repetía la importancia de «combatir el dolor».

Construir un nueva Navidad es lo que Rodríguez recomienda para hacer frente a unas fechas en las que el sentimiento de pérdida provoca «incluso hasta un dolor físico», como comentó una mujer de entre el público, que perdió a su marido hace unos meses y que aún se despierta cada día «con ansiedad y gritando su nombre». «Me desperté por la mañana y me lo encontré a mi lado en la cama con un hilo de vida. Intenté reanimarle mientras venía la ambulancia, pero no fui capaz», lamentó la mujer. Ella es sanitaria y no se «perdona» no haber sido capaz de «ayudarle». Incluso se «tortura» pensando que si se «hubiera despertado diez minutos antes», tal vez no «hubiera sido tarde». «La culpabilidad y la rabia son algo natural. Debéis dejar fluir esos sentimientos porque son reales», contestó Rodríguez. «Pero también tienes que aceptar que no fue tu culpa. Hiciste todo lo que estaba en tu mano», añadió.

Construir una nueva Navidad

Para construir esa nueva Navidad el especialista recomienda «planificar con antelación las fiestas», «organizar una reunión familiar antes de que lleguen estas fechas», «hacer que los demás se sientan cómodos hablando de lo que ha sucedido», «repasar los rituales habituales y buscar una manera simbólica de recordar a la persona que no está», «hablar con los niños y adolescentes del tema» -«No hay que excluirles de la situación o no aprenderán a gestionar las pérdidas», destacó Rodríguez-, «buscar tiempo para descansar», -«el descanso es fundamental durante el duelo», agregó-, «prepararse para cualquier pregunta o comentario inofensivo pero hiriente durante las reuniones sociales», «dejar fluir nuestros sentimientos», y, sobre todo, «escuchar nuestras necesidades en cada momento». «Porque llegará un día en que, aunque sigamos recordando a esa persona, el dolor será soportable», aseguró Rodríguez a modo de conclusión.