El plus de 22.000 euros al año que cobran los altos cargos de Podemos traídos de la península, por el hecho de haber tenido que trasladar temporalmente su residencia a Mallorca, está provocando recelos y malestar en el seno del Govern.

Según publica Diario de Mallorca, fuentes del Ejecutivo autonómico, al menos cuatro de los siete podemitas fichados fuera de Balears perciben esta indemnización, al no tener su casa habitual en la isla: la asturiana Paula Valero, directora general de Políticas para la Soberanía Alimentaria; el catalán Félix Alonso, director general de Consumo; el vasco Aitor Urresti, director general de Energía y Cambio climático; y el alicantino Fernando Fernández, jefe de gabinete de la conselleria de Agricultura. Esta retribución extra es totalmente legal y les supone un sobresueldo de 1.800 euros al mes, pero para algunos otros altos cargos sin derecho a esta retribución genera un agravio comparativo.

La ley de Presupuestos del Govern prevé que los altos cargos y el personal eventual "que en el momento de su nombramiento residan en las islas de Menorca, Ibiza o Formentera o fuera de las Illes Balears, y mientras mantengan esa residencia, tienen derecho a percibir una indemnización por el coste de su residencia temporal en la isla de Mallorca. La cuantía de dicha indemnización es de 22.000 euros, repartidos en doce mensualidades". Un director general del Govern cobra 56.000 euros al año; con el plus, la nómina de los cuatro altos cargos podemitas aumenta hasta los 78.000 euros. La retribución anual de la presidenta del Govern es de 69.000 euros.

La finalidad del plus de 22.000 euros es compensar a los políticos por los gastos de desplazamiento y de residencia en Mallorca. No tienen que justificar su desembolso con facturas ni recibos; el beneficiario gasta los 22.000 euros como quiere, en vuelos o barco, en alquiler o en hoteles. Aunque legalmente la indemnización es para cualquier alto cargo que tenga fijada su residencia en otras comunidades autónomas o el extranjero, "el plus está básicamente pensado para no discriminar a los políticos de Menorca, Ibiza y Formentera, y evitar un Govern de solo mallorquines; no te digo que no pueda haber en todo el organigrama algún cargo que venga de la península ¡pero es que Podemos ha traído a un montón de gente de fuera porque no tenían cuadros suficientes para ocupar sus conselleries!", critica una fuente del Pacto.

Con la incorporación de Podemos al Ejecutivo de Més y PSOE en esta legislatura, los consellers podemitas Juan Pedro Yllanes y Mae de la Concha trajeron refuerzos peninsulares. En concreto, dos exdiputados de Podemos o sus confluencias que este mismo año se han quedado sin escaño: Paula Valero, exparlamentaria de Asturias, y Félix Alonso, exdiputado en el Congreso por Tarragona y exalcalde de Altafulla. También a un asesor del grupo podemita en el Congreso, Fernández. Solo Urresti, profesor en la Universidad del País Vasco, no había ocupado cargos públicos antes de su desembarco en la conselleria de Transición energética. Su titular, Yllanes, ha traído además a otros tres cargos de confianza de Sevilla, Francia y Barcelona. Estos fichajes a mediados de este 2019 provocaron fuerte malestar en el seno de Podemos, al haber marginado a destacados miembros locales del partido.