La contratación laboral descendió en noviembre un 18,6% en las Pitiusas respecto al mismo mes de 2018. Es mucho, tanto que hay que remontarse a 2014 para encontrar un noviembre en el que se firmaran menos. Fue un mal mes para los trabajos indefinidos, de los que se formalizaron 821 en el SOIB, un 19,6% menos que hace un año. En este caso, no se produce un dato peor desde 2015. Igualmente, cayeron los empleos por una duración inferior a un mes (hubo 480), pero en menor proporción, un 12,7%. Aun así, no se registraba una cifra tan baja desde 2011, cuando estábamos en plena crisis.

Y el comercio sigue en caída libre. Pese al black friday, hubo sólo 373 nuevas contrataciones, un 16,7% menos que 12 meses antes, la peor estadística desde 2013. Es el tercer año de bajada consecutiva en este sector. Alfonso Rojo, presidente de la Pimeef, confirma que no se incrementó la contratación con motivo de esa bacanal anual del consumo.

Hasta la hostelería, que sustenta buena parte de la mano de obra, tuvo un bajón del 16,6% en la contratación. Sus 1.216 empleos de noviembre son el peor dato desde 2015. En este sector, la caída más significativa se produjo en los servicios de alojamiento (-30,5%), mientras que en los relacionados con comidas y bebidas bajó algo menos (7,7%).

¿Entonces, si todo va de fábula, por qué se firmaron menos contratos en noviembre? Si bien Roselló avisa de que es difícil atinar cuál será la tendencia si se examina un solo mes, apunta a que puede deberse a diversos factores, entre ellos a un «ajuste de la oferta y la demanda» en la hostelería, «un reajuste del mercado» producido por las tensiones creadas tanto por la quiebra de Thomas Cook como por el resurgimiento de destinos competitivos. En el caso del comercio, considera que está inmerso en un ajuste como consecuencia del mercado digital. Y en el de la construcción, «quizás se ha tocado techo».

Alfonso Rojo coincide en que «quizás ya no haya las grandes obras del 2018», si bien «no se ha producido un parón brusco» en ese sector y se siguen realizando «pequeñas reformas». Eso sí, confirma que hay una «ralentización» de la economía».