"Uno parece que está toda la vida preparándose para un momento como el de ayer", explica el sargento Ismael Moreno de la Guardia Civil del puesto de Sant Antoni, 44 años de edad, 26 de servicio, que esta mañana se siente muy satisfecho.

Ayer por la tarde, al anochecer, tuvo los arrestos de lanzarse al mar para salvar la vida a un pescador que a punto estuvo de morir ahogado. El mar estaba muy agitado, el agua ya muy fría, y sacar al pescador le costó una hora.

Sobre las seis de la tarde la Guardia Civil recibió un aviso desde el número de emergencias 112 que informaba de que una persona se estaba ahogando en el mar en una zona próxima a Cala Tarida, en el municipio de Sant Josep.

Se trataba de un hombre de unos 55 años, de Canarias, que está hospitalizado en la Unidad de Vigilancia Intensiva de la Policlínica Nuestra Señora del Rosario pero se encuentra bien.

Eestaba pescando junto a un amigo cuando el mar se llevó algunos de sus aparejos. Cuando intentó recuperarlos, una ola lo arrastró mar adentro y acabó a cien metros de la orilla, a punto de morir ahogado, según relató su compañero a la Guardia Civil.

Al menos una patrulla de la Guardia Civil llegó a la zona. "El sargento Ismael Moreno se despojó de las ropas y se arrojó al agua para intentar el rescate mientras los demás efectivos pedían apoyos para el rescate de ambos", explica la Guardia Civil.

Durante el rescate, ya en el agua, hubo varios momentos en los que el sargento dejó de escuchar a la víctima, lo cual dificultó la actuación debido al estado de la mar por el temporal, la temperatura del agua y la oscuridad.

"Cuando ya se temía lo peor, escuché al hombre pedir auxilio a gritos", relata Moreno

"Poco a poco, parando de vez en cuando para que el hombre descansara, porque había tragado mucho agua, llegamos a la orilla", recuerda el sargento.

Otro agente de la Guardia Civil ya se había lanzado al mar y ayudó a los dos hombres a llegar a tierra.

El sargento fue auxiliado en su rescate desde la costa por patrullas de seguridad ciudadana que iluminaban la línea de costa con las linternas personales para facilitar que se orientase en la oscuridad y, en concreto, un punto de acceso sencillo

Además. los agentes localizaron en una finca próxima un salvavidas con el que se auxilió al sargento y al pescador cuando ya estaban alcanzando la costa.

El sargento sufrió síntomas de hipotermia, pero esta mañana estaba bien y se sentía "muy satisfecho".

El pescador ingresó en la UVI de la Policlínica Nuestra Señora del Rosario ayer por la tarde, pero al parecer se encuentra bien.

"El sargento tuvo una actitud realmente heroica", reconocieron los compañeros del suboficial.