Una pareja residente en Ibiza se ha ofrecido a colaborar en la manutención de los podencos que Sant Josep estuvo a punto de trasladar a Mallorca hace unos días y que, finalmente, continúan en la isla tras las protestas de varias personas que temían que fuesen sacrificados tras su traslado, extremo que el Ayuntamiento negó en todo momento.

El pasado jueves, unas 15 personas acudieron al centro de recuperación de animales de Can Dog para evitar que los perros fueran enviados a Natura Parc, porque aseguraban que supondría su sacrificio ya que el centro mallorquín está saturado.

Ahora, ante la polémica suscitada la semana pasada, una pareja se ha ofrecido a colaborar con la manutención de los podencos y de otros 28 perros mestizos que también estaban pendientes de su traslado a Mallorca. El contacto se ha hecho a través de la Associació Animalista de les Illes Balears (Assaib), que se hará cargo de los perros a partir del uno de enero para encontrarles un hogar adoptivo.

La autorización para el traslado la dio el Ayuntamiento de Sant Josep -que tiene un acuerdo con Can Dog para acoger a los animales- después de que esta decena de podencos hayan estado allí más de dos años sin que hayan sido adoptados.

A pesar de los rumores que corrieron por Whatsapp y en redes sociales la pasada semana de que el traslado escondía que los podencos iban a ser llevados a Palma de Mallorca para ser sacrificados, el Consistorio desmintió este punto y recordó que la empresa adjudicataria para hacerse cargo de los animales, la Fundación Natura Parc, tiene firmada una cláusula de contrato por la que se compromete al «sacrificio cero» de los animales.

Sant Josep aclaró también que Can Dog dispone de espacio para una veintena de animales en sus propias instalaciones, dimensionadas para las necesidades actuales del municipio, tal como se exigía en la adjudicación, pero no son suficientes para poder asumir también los animales recogidos en etapas anteriores.