«No se trata de tener más bienes sino de que los gestionemos bien». Este es el objetivo de las ciudades patrimonios, según apuntó ayer la subdirectora general de Protección de Patrimonio Histórico del Ministerio de Cultura y Deportes, Elisa de Cabo de la Vega, en el acto de inauguración del V Encuentro Europeo de Asociaciones de Patrimonio Mundial que se celebra en la isla hasta el día de hoy.

De Cabo recordó que España es el tercer país del mundo con más bienes inscritos en patrimonio mundial, por detrás de Italia y China. «Es un orgullo ser un país tan pequeño y ser el tercero con mayor número de bienes inscritos porque denota que España es cultura y es patrimonio, pero es una enorme responsabilidad», recalcó. Para la subdirectora general de Protección de Patrimonio Histórico, este hecho debe unir a todas las ciudades patrimoniales para enfrentarse conjuntamente a «numerosos retos».

Entre estos retos está convertir las ciudades patrimoniales en sitios «más sociales, más inclusivos y más sostenibles», de acuerdo con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

De Cabo recordó que los Encuentros Europeos de Asociaciones de Patrimonio Mundial arrancaron en Estrasburgo, donde se puso de manifiesto la necesidad de crear una red de gestores de las ciudades patrimonio. En el posterior encuentro, que tuvo lugar en Segovia, se evidenció la importancia de la «dimensión social del patrimonio y de lo procesos participativos de las comunidades».

Federación de asociaciones

En este sentido, De Cabo instó ayer en Eivissa a recobrar la idea de crear una federación de asociaciones europeas de patrimonio mundial: «Se tiene que tender hacia esa idea, ir por ese camino porque Europa es el continente más representado de la lista de Patrimonio Mundial con más sitios inscritos en la lista». Como representante del Ministerio de Cultura y Deportes, apuntó que se trata de «afrontar juntos y de la mano todos los desafíos».

El alcalde de Eivissa, Rafa Ruiz, por su parte, recordó que el objetivo principal es «el desarrollo sostenible» del Grupo Ciudades Patrimonio de la Humanidad (GCPH).

«El turismo será sostenible o no será y las ciudades están preocupadas y sensibilizadas con lo que vamos a dejar en el futuro, con el éxito y el turismo de masas, que en muchas de nuestras ciudades es una constante», dijo.

El reto, según Ruiz, es encontrar el «equilibrio» entre lo que se ofrece como destino turístico y los residentes, es «hacer de la sostenibilidad el centro de todas nuestras políticas y hacerlo de manera transversal».

En esta línea, apuntó que el patrimonio no es solo riqueza cultural y foco de atracción turística sino que tiene que tener una «función social en el marco de una gestión plenamente sostenible». Así, señaló la necesidad de buscar un modelo capaz de integrar la conservación de los valores culturales y naturales con la dinamización económica de las ciudades. «La sostenibilidad va ligada a la restauración patrimonial, pero también a la formación, a la creación de empleo, a la redistribución de la riqueza y a la conservación de las ciudades con espacios para las personas», matizó, y apostilló la necesidad de apostar por la colaboración público privada.

Trabajo «valiente»

El primer edil destacó que la Comunitat Autònoma está «asentando» las bases para «cambiar y hacer más sostenible» el modelo turístico. En este punto dijo que Baleares trabaja de manera «valiente, si bien a veces se siente poco apoyada, pero con la firme convicción de que nos jugamos el futuro». Ruiz destacó algunas normativas impulsadas por el Govern balear como la regulación del alquiler vacacional, la ley de cambio climático y transición ecológica o el impulso del Impuesto de Turismo Sostenible.

La responsable del área de Turismo Cultural y Marketing de Contenidos de Turespaña, Elena Valdés del Fresno, por su parte, coincidió con Ruiz en la necesidad de la colaboración público privada para «salvaguardar el turismo cultural y de calidad en un marco sostenible».

Para Valdés, la fortaleza de esta colaboración recae en la puesta en valor del territorio y en la creación de un marco de trabajo que integre «al destino, a los empresarios y a los vecinos, aquellos ciudadanos que muchas veces, en lugar de vivir el lujo de un entorno patrimonio de la humanidad, lo viven como una carga por lo que supone la carga turística».

Para Valdés, esta colaboración resulta «esencial» para dar a conocer el patrimonio y dar valor a la sociedad.

El director adjunto de la Agencia de Estrategia Turística de Balears (AETIB), Vicent Torres, resaltó el trabajo del Ejecutivo balear para proteger el medio natural de las islas, destacando el decreto de posidonia, la ley de residuos o, al igual que Ruiz, el Impuesto del Turismo Sostenible.

Estrategias de promoción

La ponencia inaugural corrió a cargo de Valdés, que habló de las herramientas de promoción internacional utilizadas por Turesapaña. En su intervención, la responsable del área de Turismo Cultural y Marketing de Contenidos advirtió del «liderazgo turístico» de España con la llegada de 87,2 millones de turistas con un gasto medio de 1.086 euros, durante el pasado año.

Según explicó Valdés, la cultura es una de las primeras motivaciones de los turistas extranjeros, que implica un mayor gasto, mayor reconocimiento de la marca y la diversificación de los mercados. Además, recordó que lo principal no es incrementar el número de turistas y sí los ingresos.

El foco de Turespaña está, según Valdés, en un turista que «no es de lujo ni de cinco estrellas». «Es un turismo de calidad, que quiere experiencias culturales y nuevas motivaciones», entre las que destaca la gastronomía, el shopping o la naturaleza.

Las jornadas del V Encuentro Europeo de Asociaciones de Patrimonio Mundial continúan hoy con charlas que versan sobre tres temas: económico, social y medioambiental. Además, se presentarán casos de buenas prácticas en diferentes lugares como Reino Unido, Portugal, Italia o Francia. Los ejemplos de buenas prácticas españoles recaen en ciudades como Santiago de Compostela o la Coruña con la Torre de Hércules.