Los primeros presupuestos con recortes del Pacto siguen dando pasos en el Parlament. Las cuentas del Govern para 2020 superaron ayer las enmiendas a la totalidad de la oposición pese a la fisura de la mayoría de izquierdas por la abstención de Més per Menorca y con las advertencias de los cuatro partidos de la oposición, PP, Ciudadanos, Vox y El Pi de que supondrán un agujero a lo largo del año que viene, que se traducirá en más deuda y nuevos recortes. El recurrente aviso de la oposición llega este año tras acertar en su último pronóstico sobre las cuentas de 2019. «Le podría decir aquello de 'te lo dije', pero es poco elegante y no es el estilo de El Pi», recordó el portavoz de los regionalistas, Jaume Font, quien, precisamente, tildó las cuentas de «made in Narnia».

Los presupuestos de 2020, que ascienden a 5.893 millones tras incrementarse 435 que se van directos a pagar deuda, son los primeros en los que el Govern de Francina Armengol se ve obligado a congelar partidas y realizar recortes para poder cuadrarlos. Con la lucha contra los barracones en los centros educativos y las nuevas infraestructuras hidráulicas como las áreas más sensibles afectadas por la tijera, las cuentas recortan 50 millones el gasto público para el año 2020. Ayer superaron un nuevo trámite tumbando las enmiendas a la totalidad con los votos de PSOE, Podemos, Més y la diputada de Formentera.

Los cuatro partidos de la oposición, que presentaron las enmiendas, PP, Ciudadanos, Vox y El Pi coincidieron en señalar que se trata de unas cuentas «irreales» por su «optimista» previsión de ingresos en un contexto de «ralentización de la economía».

La consellera de Hacienda, Rosario Sánchez, se defendió de estas críticas escudándose en el último informe de la Autoridad Fiscal Independiente (Airef), que avaló como «probables» las previsiones del Govern. «La oposición habla de una recesión que no ha llegado y de un agujero imaginario», replicó la consellera Sánchez, señalando que «seguimos creciendo, no tanto, pero seguimos creciendo», destacó.

«A la derecha le gustaría hablar de recortes, pero es el segundo presupuestos más alto de la historia de Balears», contrapuso la consellera. «Piden bajada de impuestos y aumentar el gasto: esto es imposible», cuestionó la consellera a la oposición, pidiendo «una propuesta seria».

El PP ve un agujero de 360 millones

El PP ve un agujero de 360 millones

El líder del PP, Biel Company, cifró en 360 millones el agujero que dejarán las cuentas, apuntando que no llegarán de Madrid los 120 millones incluidos de carreteras que no han llegado en los últimos cinco años o la «recaudación inflada del impuesto de transmisiones»: «Este año baja un 11,9 por ciento y ustedes para el que año viene presupuestan 56 millones más». «Prevén unos ingresos ficticios que provocarán un agujero como este año», insistió el popular, que señaló que «no pueden decir que no les avisamos». «Su recorte de 50 millones será insuficiente y deberá volver a cerrar antes el presupuesto o bloquear partidas», alertó, cuestionando también la rebaja para infraestructuras educativas o para infraestructuras hidráulicas.

En este punto se detuvo también el portavoz de Ciudadanos, Marc Pérez-Ribas, que explicó «no poder apoyar presupuestos que recortan inversiones estratégicas». Pérez-Ribas también cuestionó la subida del 1,2 al 1,5 por ciento el impuesto a las hipotecas -el de Actos Jurídicos Documentados (AJD)- preguntando que «si se empieza por el AJD, ¿cuáles serán los siguientes?».

El diputado de Vox, Sergio Rodríguez, habló de «presupuestos de los mundos de Yupi», elevando el pronóstico del déficit a 400 millones: «Se lo gastan en chiringuitos ideológicos», recurrió el diputado de extrema derecha, que acabó siendo reprendido por la consellera de Hacienda por no haber acudido a las comisiones de presupuestos «más que cinco minutos».

«En 2016 hablé de unos presupuestos made in China porque lucían mucho pero eran falsos, este año los suyos son made in Narnia, porque hace usted magia y virguerías», le dijo el portavoz de El Pi, Jaume Font, a la consellera de Hacienda, Rosario Sánchez. El regionalista lamentó también que con el aumento de la recaudación del IRPF y del IVA en 950 millones en los últimos cuatro años no se haya quitado el impuesto de Sucesiones -«que no es de ricos, lo paga la clase media»- que recauda 100 millones, y que no se rebaje el tramo autonómico del IRPF al tramo estatal.

La unidad de la mayoría de izquierdas en su rechazo a las enmiendas a la totalidad se vio agrietada por la abstención de los dos diputados de Més per Menorca. «Tenemos objeciones obvias sobre este presupuesto», justificó el portavoz de los menorquines, Pep Castells. «¿Pide dónde malgastan? Pues en inversiones que son insostenibles, haciendo una línea de metro que no tiene pasajeros», cargó Castells, que cuestionó también que se financie con la ecotasa: «Si hacemos servir la ecotasa para cualquier cosa al final nos la vamos a cargar», alertó a sus socios.