Sin estímulos, sin visos de que ceje el acoso al diésel y con una economía en proceso de desaceleración, las incorporaciones de vehículos en las Pitiusas siguieron en octubre en números rojos. En 10 meses se tramitaron en Ibiza 4.763 matrículas, un 6,07% menos que en ese mismo periodo de 2018. No obstante, se puede ver el vaso medio lleno: esa cifra se encuentra entre las cuatro mejores de la última década... pero lejísimos (concesión para los que ven el vaso medio vacío) de las de 2007 (8.197). La bajada en Formentera es del 15,8%. Este año circulan 607 vehículos nuevos en esa isla, 114 menos en términos interanuales.

Las cifras de ambas islas se ven lastradas por la pesadilla que viven los fabricantes de los motores diésel. En Ibiza sólo se dieron de alta 831 vehículos que funcionan con gasoil, un 31,09% menos. En Formentera, 46, un 38,6% menos. No es de extrañar, pues, que las marcas hayan parado o reducido drásticamente las cadenas de montaje de ese tipo de motores y que los concesionarios se hayan centrado en exhibir los que usan gasolina, los híbridos o, en menor medida, los eléctricos puros.

Gasolina versus gasoil. Porque los motores de gasolina sigue tirando de las ventas, aunque no lo suficiente como para equilibrar la balanza. Muchos usuarios estiran la vida útil de sus vehículos al máximo, a la espera de que se aclare el panorama, tanto legal como tecnológicamente. Así, en Ibiza se matricularon en 10 meses 3.262 utilitarios, autobuses, camiones y furgonetas que se mueven gracias a la combustión de la gasolina. Son un 3,7% más que hace un año. En Formentera, sin embargo, los números rojos afectan incluso a ese tipo de propulsión: se tramitaron 534 altas, un 15,3% menos en comparación a lo registrado entre enero y octubre de 2018.

Sólo 176 híbridos en un año. A los optimistas, el porcentaje de matriculaciones de híbridos puede ponerles de muy buen humor: ha mejorado un 30,2% en Ibiza. ¡Qué crecimiento tan espectacular!, dirán. Pero si se detienen en el siguiente detalle, resulta que no es para tanto: sólo se han dado de alta 168 vehículos de esas características en 10 meses, es decir, el 3,5% de todo el parque automovilístico matriculado este año. ¿Decepcionados? Pues en Formentera es peor, ya que ni siquiera ese porcentaje es bueno: allí sólo se tramitaron ocho nuevos, un 11,1% menos.

Quizás debido a su elevado precio, los eléctricos siguen gripados. No hay manera de que arranquen. Sólo se han matriculado 25 en Ibiza (-16,6%) y únicamente 10 en Formentera. Son el 0,5% y el 1,6% de todos los incorporados al parque móvil de Ibiza y Formentera, respectivamente, en 2019.

Menos coches en Ibiza, más en Formentera. Dado que el diésel está bajo sospecha, las matriculaciones de turismos se resienten. Hasta octubre se gestionaron en Ibiza las altas de 2.944 automóviles, un 3,13% menos que hace un año; y en Formentera, sin embargo, de 194, un 2,11% más.

Y más motos en Ibiza, menos en Formentera. Mejoran, eso sí, las matriculaciones de las motocicletas y ciclomotores en Ibiza: fueron 1.067 entre enero y octubre, lo que supone un incremento del 8,4%. Pero en Formentera, donde las motos siempre triunfan en este tipo de estadísticas, ni eso: sólo hay 370 nuevas, lo que representa una bajada del 20,9%. Es el peor dato de sus últimos 16 años, si se exceptúan las 335 matriculadas en 2017 y las 277 de 2009, en plena depresión consumidora como consecuencia del estallido de la crisis económica un año antes.