Han bastado apenas diez minutos de lluvia para que esta mañana se produjera de nuevo un vertido de aguas fecales en el puerto de Ibiza. Una enorme mancha con materia fecal procedente del alcantarillado de la ciudad, que no ha podido ser absorbido por la depuradora de la ciudad, que está obsoleta.

Una vez avisadaa del vertido, la Autoridad Portuaria ha activado el plan de emergencias y ha instalado barreras en la zona de la bahía afectada, al principio del puerto, frente a la estatua a los pescadores. Precisamente a escasos metros de uno de los dos tanques de tormenta proyectados por el Miniterio para la Transición Ecológica, que está construido desde hace meses pero que no ha entrado en funcionamiento.

Esta infraestructura, junto a la que se construye junto al puerto deportivo Marina Botafoc, tienen como objetivo controlar las inundaciones provocadas por las fuertes lluvias que se producen en Ibiza cada vez con mayor asiduidad.

El Ministerio para la Transición Ecológica inició a principios de este mes de noviembre los trabajos para conectar el tanque de tormentas construido del puerto de Ibiza al tramo de la red de pluviales de la ciudad que transcurre a lo largo del paseo portuario de la Marina y desemboca en el mar pasado el antiguo Muro, según confirmó en su momento la Autoridad Portuaria de Balears, en cuyos terrenos se lleva a cabo la obra.