Ganas, miedo y consenso. Así lo explicaron ayer los protagonistas pitiusos de las primeras elecciones democráticas municipales de 1979 en una mesa redonda celebrada en el Club Diario. (Mira aquí todas las imágenes)

Los protagonistas de dicho coloquio, moderado por el historiador Antonio Viñarás, fueron el primer alcalde de la democracia en Sant Antoni y uno de los fundadores de la agrupación insular de la Unión de Centro Democrático (UCD), Vicent Marí Prats; el que fuera concejal y cabeza de lista de la Candidatura Progresista para el Ayuntamiento de Sant Josep, Antoni Planells Tur Malalt, la maestra y activista - «las dos cosas a la vez», dijo- Carmen Tur, que en los primeros comicios municipales se presentó como cabeza de lista del Partido Liberal en Santa Eulària; Pere Sansano, uno de los dirigentes del PSOE pitiuso y concejal de Vila entre 1979 y 1991, e Isidor Torres, maestro y alcalde de Formentera en 1999.

Marí y Torres coincidieron en que tras las primeras elecciones se tuvo que negociar mucho «y no siempre fue fácil» matizó el primer edil de Sant Antoni. Torres, por su parte, relató que el consenso fue «una de las características de la transición». Como ejemplo, recordó que en Formentera el PSOE sacó 5 regidores, Coalición Democrática (CD) otros 4 y UCD, 2.Miedo

Miedo

Sansano destacó el «miedo» que había a la hora de afiliarse a un partido o aparecer en las primeras listas electorales: «Teníamos que rogar mucho», dijo. De la misma opinión fue Malalt, que apuntó que en esos años «primero te decían que sí y a los dos o tres días ya era que no». Vicent Marí lo recuerda como una época en la que había «muchos más candidatos que ahora». De la campaña, el primer alcalde de Sant Antoni destacó la rivalidad con Alianza Popular (AP), «que tenía mucha fuerza en Sant Antoni y nos dieron mucha leña durante la campaña».

El que fuera uno de los principales dirigentes del PSOE, junto a Paco Bonet y Enrique Mayans, apuntó que en la época «no había dinero» para destinar a la campaña. «Teníamos una vietnamita -una máquina de impresión- para hacer la propaganda y la repartíamos por debajo de las puertas».

Más astutos fueron en Formentera. Según Torres, que vivió la campaña de primera mano junto al candidato socialista Miquel Ribas, enviaban cartas en favor de su amigo, que el Diario de Ibiza recogía en sus páginas. Era una forma de tener repercusión sin pagar tasa alguna.

La candidatura femenina

La candidatura femeninaPara Carmen Tur, una de la tres mujeres que resultaron elegidas, su candidatura fue como «arrancarles una muela» a los payeses. «Fue una campaña mala de hacer» y, aunque la animaron a que se retirara, «pensé que, por lo menos, me divertiría».

En esa época, Tur aseguró no tener ningún momento malo. «El problema lo tuvo el alcalde Vicent Guasch que, entre yo y el PSOE, lo teníamos loco», apuntó. Recordó, también, su propuesta para que se crease una escuela de música, «que se ha hecho ahora». En aquellos años, «estaba todo por hacer; solo teníamos las calles». De lo que se siente orgullosa es de que Santa Eulària fue el primer municipio en crear una biblioteca municipal.

Sansano destacó lo mal pagados que estaban los funcionarios: «Había peleas para no serlo». Además, los sindicatos no participaban de las administraciones municipales y «quien mandaba no era el alcalde, era el secretario», dijo Sansano. Malalt señaló que en Sant Josep, un municipio «muy corrupto», quienes movían los hilos «eran los poderosos». De la escasez del dinero, el ejemplo de Marí: empezó la legislatura con una docena de funcionarios y 82.000 pesetas de presupuesto y la acabó con 34 funcionarios y más de 200.000 pesetas. «Con ese dinero hicimos más que 15 años después».

Entre los momentos más duros que recordaron ayer fue el 23 de febrero de 1981. A Sansano lo pilló en su tienda y , tras una llamada de Bonet, se dirigieron a la sede del partido para destruir todas las listas de simpatizantes. Tras esquivar a la policía que se dirigía al partido, se refugiaron en una casa de Sant Llorenç. Sansano señalo que se hicieron listas con nombres y «hubo gente que se ofreció a la Guardia Civil para ir a arrestar a gente». Vicent Marí, por su parte, estaba en el Ayuntamiento y se acercó al bar, donde coincidió con el médico, que le insistió durante una hora que se marchase a casa. A Marí, le confirmaron que sí había listas y que él estaba en el puesto 4. «Te rebajaron de categoría», le dijo Sansano, ahora sí, entre risas.