La difícil situación económica del Govern, en gran parte provocada por la parálisis en la financiación que no llega de Madrid, está provocando que el reparto de los suculentos 128 millones de la ecotasa sea motivo de disputa constante entre los socios del Govern de izquierdas. El pasado martes, la conselleria de Hacienda remitió un borrador a Més y Podemos donde incluía una disposición adicional para poder destinar dinero de la ecotasa a sufragar gasto corriente. Los socios de los socialistas abortaron de inmediato el intento de pagar, por ejemplo; la electricidad, los folios o la gasolina de los coches del Govern con dinero del Impuesto Turístico Sostenible (ITS).

Primero fue Més quien se dio cuenta de la operación y después Podemos también lo detectó y exigieron a los socialistas la eliminación inmediata de la disposición adicional. A Hacienda no le quedó otro remedio que suprimirla de la Ley de Presupuestos que se presenta hoy para iniciar su trámite parlamentario.

El borrador remitido el pasado martes, dos días antes de que los presupuestos se aprobaran en Consell de Govern, hablaba de destinar unos 2,8 millones de euros de la ecotasa a gasto corriente. Lo hacían utilizando la fórmula de incluir una disposición adicional en una ley para modificar otra. El intento socialista de emplear dinero del impuesto turístico para hacer frente al volumen de gasto corriente que genera el Govern no llegó a pasar a las altas esferas de los partidos del Pacto, según ha podido saber este periódico. Se paró entre los responsables económicos de las conselleries de Més y de Podemos con la de Hacienda. El Govern pagó 124 millones en gasto corriente en 2019.

Fuentes de la conselleria de Hacienda explicaron ayer que durante la elaboración de los presupuestos llegan «diversas propuestas, la mayoría de carácter técnico, que después se incorporan o pueden quedar descartadas y esta no está incluida».

La fuerte polémica entre los socios durante los últimos meses ha sido por la utilización de un dinero finalista, como es el de la ecotasa, para hacer frente a proyectos que no tienen nada que ver con el medio ambiente y la sostenibilidad. En un primer momento se intentó pagar a los hoteleros y las empresas afectadas por la quiebra de Thomas Cook y los de Més ya se plantaron. Después, sin casi darse cuenta, incluyeron el proyecto del tren hasta el Parc Bit. La disputa es que el PSIB considera que los fondos del impuesto turístico puedan destinarse a la caja única y sus socios, en especial Més, quieren ser escrupulosos en destinarlos a proyectos ambientales y sostenibles como marca la Ley del Impuesto Turístico.

Més per Menorca se rebela

Més per Menorca se rebela

Més per Menorca, socio externo del Govern, está molesto por la «perversión» que están intentando hacer los socialistas con el dinero de la ecotasa. Es por ello, que los menorquines someterán a sus bases si deben apoyar o no los presupuestos del Govern de 2020 en el Parlament, según confirmó el portavoz nacionalista Pep Castells. Es cierto que el Govern podría aprobar las cuentas sin los menorquines, pero el resultado sería muy ajustado.

Castells explicó que las instituciones menorquinas, empezando por los ayuntamientos, se sienten «maltratadas» con esta cuestión y, por este motivo, tienen pensado que sus órganos decidan si deben apoyar las cuentas del Pacto.