Las obras de la nueva depuradora de Vila, en el antiguo campo de tiro de sa Coma, se han paralizado temporalmente a la espera de que el Ministerio de Transición Ecológica obtenga, por vía de la expropiación, los terrenos por donde deben discurrir las canalizaciones, de 4,7 kilómetros de longitud, que conecten la nueva planta de depuración con la actual, que funcionará como una estación de bombeo.

Dos empresas del Grupo Sacyr (Depuración y Tratamiento Sadyt y Sacyr Construcción) se adjudicaron la obra con un presupuesto de 24,3 millones de euros, con una bajada del 40% con respecto del presupuesto de salida de la licitación, que era de 41,2 millones de euros. Según ha podido saber este diario, la constructora ya ha culminado la mayor parte de la obra civil de sa Coma y no puede continuar a la espera de que el Ministerio le ceda los terrenos del trazado de la tubería y se apruebe la modificación del proyecto. El Grupo Sacyr remitió ayer a este diario al Ministerio para obtener cualquier información sobre el desarrollo de las obras.

La tramitación de este proyecto fue larga y tortuosa. Después de años de retrasos, a mediados de diciembre de 2017 se iniciaron las obras de la nueva planta de depuración de la ciudad de Ibiza, con un plazo de ejecución de dos años y medio. La oferta a la baja que presentó Sacyr complicó el proceso de adjudicación de las obras. De hecho, el proceso de licitación se inició en julio de 2015, pero tras la valoración de las ofertas se quedó atascado por el impás político en Madrid por la falta de Gobierno. La Abogacía del Estado tuvo que emitir un informe para desbloquear la adjudicación, lo cual se produjo a mediados de 2016.

Nuevo revés en el proceso

Nuevo revés en el procesoSin embargo, un año después, en julio de 2017, la conselleria balear de Medio Ambiente revelaba que la puesta en marcha de las obras había sufrido un nuevo revés después de que la UTE adjudicataria presentara al Ministerio de Transición Ecológica un proyecto (la licitación incluía también la redacción del proyecto) cuyo coste superaba el presupuesto de la oferta con el que el Grupo Sacyr optó al concurso.

Pese a las discrepancias entre las dos partes, finalmente se alcanzó un acuerdo y, unos meses después, se iniciaron las obras. Paradójicamente, a diferencia de lo que se acostumbra a hacer con unas obras de tanto calado e importancia, no hubo presentación oficial de la puesta en marcha de las obras y ni siquiera se informó de ello a través de una nota.

El funcionamiento de la depuradora incrementará el consumo energético por el hecho de que el agua se debe impulsar desde la planta actual hasta el antiguo campo de tiro de sa Coma, con un desnivel de 95 metros.

La nueva planta contará con un sistema de tratamiento terciario que permitirá reaprovechar el agua depurada para el riego. La Comisión de Medio Ambiente de les Illes Balears recomendó, en su día, que el agua depurada se vierta en la zona húmeda de es Prat de ses Monges, en Talamanca, como caudal ecológico.

La alcaldesa de Santa Eulària, Carmen Ferrer, explicó el jueves en el pleno que ha solicitado al Ministerio la posibilidad de instalar una canalización para aprovechar también parte del caudal del agua depurada en la futura planta de sa Coma para las zonas de Jesús y Puig d'en Valls. Ferrer informó de esta petición para cerrar el debate de una propuesta del equipo de gobierno, que fue aprobada por unanimidad, para instar al Govern balear a que cumpla el decreto que se aprobó en 2003 que obliga a que la depuradora de Santa Eulària, al verter en aguas costeras calificadas como sensibles, cuente también con un sistema de tratamiento terciario. Esta planta, recientemente ampliada por el Ministerio, dispone de un tratamiento secundario, por lo que el agua depurada no se puede reaprovechar para el riego, y acaba vertida en el mar, al igual que el caudal del resto de las depuradoras de la isla.

Carmen Ferrer recordó que desde que Santa Eulària consume agua desalada, ésta «cuesta más». «Es de obligado cumplimiento recuperar agua y no desperdiciar nada», resaltó la alcaldesa en el pleno del jueves.