La Federación Hotelera de Ibiza y Formentera (Fehif) considera que la huelga celebrada los días 24 y 25 de agosto por las limpiadoras y camareras de piso, conocidas como kellys, fue "ilegal", a la vez que tuvo una participación "ridícula".

Los hoteleros han trasladado este sábado sus argumentos en un comunicado en respuesta al "escrache" convocado por el sindicato CGT y las trabajadoras para este próximo lunes a las 11.00 horas frente a la sede de la Fehif por el "silencio" de la patronal tras el paro.

Desde la federación aseguran que en los días de la huelga la patronal no quiso hacer pública la participación porque "fue ridícula" y no querían aparecer como "prepotentes".

Según destacan ahora, la participación "fue inferior al 5 % con toda certeza y posiblemente no llegó al 3 %" frente a la cifra difundida por CGT, que alcanzó el 33 %, unas 2.000 trabajadoras, de las 6.000 que hay en la isla.

En cuanto a la legalidad, la federación destaca que un paro es ilegal cuando tiene el objetivo de "alterar" lo pactado "en un convenio o lo establecido por laudo".

En esta línea, recuerda que uno de los motivos de la huelga era reclamar que la medición de los tiempos de las tareas de las kellys se incluyera en el Convenio de Hostelería de las Islas Baleares.

Desde la Federación señalan que los sindicatos UGT y CCOO, los representantes de los trabajadores "democráticamente elegidos", han firmado el convenio vigente. "Por eso no han apoyado la huelga. Se les está pasando por encima", critica esta federación.

Asimismo, también se pronuncia sobre la reivindicación de cumplimiento de la ley de prevención de riesgos laborales, un motivo que considera "inexistente", ya que además de estar "completamente de acuerdo", recuerda que "es de sentido común" que la ley "ha de cumplirse".Sacrificar el "bien común"

Sacrificar el "bien común"La Fehif critica además al sindicato convocante CGT porque tiene un "nivel de implantación inexistente" en las empresas de las Pitiusas y persigue el objetivo de "buscar visibilidad" sacrificando "el bien común por intereses propios".

Asimismo, justifica que no atendieron las llamadas de las promotoras de la huelga porque suponía "ignorar a los legítimos representantes de los trabajadores" a quienes consideran que las limpiadoras deben plantear sus quejas para que las propongan en la mesa de negociación, que "es el marco legal para ello", añaden en su nota.