«La ketamina no se suele consumir sola. Normalmente, se combina con cocaína. Realmente, hay una diferencia entre lo que pasa en la calle y lo que llega al hospital. En Palma, no nos llegan muchos casos. En cambio, en Ibiza, sí. Allí, hay un consumo de drogas muy superior y mezclan muchas sustancias. Consumen cocaína, junto con ketamina, éxtasis, cannabis e incluso anfetamina y metanfetamina. Es un pack. También toman alcohol junto con tres, cuatro o cinco drogas. Se combina todo. Es un indicador de la gravedad de la situación». El doctor Bernardí Barceló, responsable del Laboratorio de Toxicología Clínica del hospital de Son Espases, en Palma, alerta de las graves consecuencias que hay detrás del consumo combinado de estupefacientes. «Después, la gente conduce. Cogen un coche o una moto en ese estado y la posibilidad de accidente es brutal», advierte el especialista.

Además de los graves perjuicios físicos y psicológicos que conllevan las drogas, indirectamente están detrás de muchos siniestros de tráfico, casos de balconing, agresiones sexuales, enfermedades de transmisión sexual, episodios de violencia de género o pacientes psicóticos, según resalta este experto. «Es un problema de magnitud brutal», concluye Barceló.

El riesgo de consumir

«Existe un uso recreativo de las drogas. La gente consume para pasárselo bien, pero se enfrentan a riesgos porque pueden tener hipersensibilidad. A veces puede ir bien, pero otras no. La gente no sabe realmente lo que se está tomando. Es una lotería. Al hospital nos llegan los casos más graves, pero en la calle hay mucha más droga. Cada vez aparecen sustancias nuevas», detalla el responsable del Laboratorio de Toxicología Clínica de Son Espases.

Según Barceló, la propiedad que tiene la ketamina es la alucinación, la capacidad disociativa de tu cuerpo y la mente, «también tienes la sensación de volar». Un experimentado policía antidroga de Palma abunda en esta idea y añade que el que consume ketamina tiene la sensación de «irse», como si «tu mente saliera de tu cuerpo».

Bernardí Barceló señala que normalmente se consume ketamina junto con cocaína. «La ketamina te provoca una alucinación y si lo combinas con la cocaína te da una hiperexcitación, no tienes fatiga, se incrementa la actividad sexual...», indica el facultativo. La ketamina es un anestésico que se usa con personas en los hospitales y también con animales en el ámbito veterinario.

Un uso crónico de esta sustancia puede causar enfermedades renales y problemas de próstata y bufeta. También provoca enfermedades psiquiátricas. Consumidores de fin de semana han llegado a convertirse en adictos a la ketamina. El consumo agudo de esta droga puede acarrear agitación, taquicardia, excitación, posibilidad de infarto y una temperatura corporal superior a los 40 grados.

Barceló insiste en que se suelen combinar varias sustancias, junto con el alcohol: ketamina, cocaína y éxtasis. Esto comporta de forma indirecta un mayor riesgo de accidentes de tráfico, contagios de enfermedades de transmisión sexual, ya que no se utilizan medidas de prevención, agresiones sexuales o casos de balconing porque los consumidores están bajo el efecto de las drogas y hay un estado de sobreexcitación y de estar fuera de control.

A nivel crónico, a más largo plazo, el consumidor, convertido en adicto, puede acabar siendo un paciente psicótico. Pueden aparecer enfermedades psiquiátricas, advierte el especialista de Son Espases, responsable del Laboratorio de Toxicología.

Test en Can Misses

En Ibiza, el consumo de ketamina es tan habitual que Can Misses cuenta desde el pasado junio con una prueba de detección rápida de esta droga en orina, un sistema creado expresamente para la isla.

«Con este test podemos saber si hay presencia de esta droga, pero no la concentración. Por ello, le pedimos al laboratorio si nos podía crear uno con un umbral más bajo, de 500 nanogramos por mililitro, que el habitual, de mil nanogramos por mililitro», explica la jefa de Análisis Clínicos del hospital ibicenco, Emilia Moreno.