La conselleria balear de Medio Ambiente eleva a 100.000 el número de árboles caídos por el vendaval que arrasó Sant Antoni el pasado martes tras la inspección aérea llevada a cabo desde un helicóptero. Las graves consecuencias del temporal, que ha afectado a más de 300 hectáreas, así como la falta de suministro de agua y luz, que ha afectado al menos a 300 personas, y el cierre al tráfico de la E-651 motivaron que se desplazara ayer a Ibiza la consellera balear de Administraciones Públicas y Modernización, Isabel Castro, para ver in situ los trabajos de los efectivos y el estado de la zona golpeada por la tormenta.

Castro estuvo acompañada por el alcalde Sant Antoni, Marcos Serra, quien manifestó por la tarde que esperan regresar hoy a la normalidad. No obstante, reconoció que a partir de ahora queda un ingente trabajo de gestión de residuos. «El Ibanat ya nos ha comentado que actuar en algunos torrentes será muy complicado por el acceso, ya que están en medio de masa forestal. Hay muchos pinos arrancados que en verano ya se habrán secado y que pueden suponer un peligro de incendio», apuntó el alcalde de Sant Antoni.

A continuación, Castro subrayó el trabajo llevado a cabo estos días por todos los efectivos y la coordinación entre las diferentes administraciones. «Sant Antoni es un ejemplo de buena colaboración y cuando sucede una situación desgraciada como esta todas las instituciones deben trabajar juntas», señaló la consellera balear, que visitó la zona afectada acompañada del alcalde de Sant Antoni.

Por la mañana, en el puesto de mando avanzado se encontraban los técnicos de Emergencias, Medio Ambiente e Ibanat, Eduardo Parga y Miguel Soriano: «La situación 48 horas después de la tormenta y del cap de fibló [o frente de racha] es de casi normalidad en todos los servicios: las vías principales y accesos a las viviendas están libres de árboles, el suministro eléctrico está en vías de ser recuperado a lo largo del día de hoy [por ayer]», explicó Parga. Posteriormente, insistió en que el objetivo de ayer era eliminar los «elementos de riesgo que puedan producir algún incidente en días posteriores», en referencia a las ramas que pueden caer sobre viviendas o carreteras, así como gestionar los residuos que están próximos a la vía pública. «En estos días posteriores el trabajo que se lleva a cabo es más de precisión», puntualizó Parga. Por tanto, las labores de las que se encarga Emergencias está previsto que concluyan esta semana, no así las medioambientales. «Tardará tiempo en restablecerse la normalidad, ya que hay mucho trabajo de recuperación ambiental de la zona. Quedan meses para que los trabajos concluyan», advirtió el técnico de Emergencias del Govern.

Daños en el Quartó de Portmany

Daños en el Quartó de Portmany

A continuación, Soriano explicó que el barrio de Can Germà ha resultado afectado «de forma significativa» porque la urbanización «carece de medidas antiprotección». «Si se hubiera tratado de un incendio, estaríamos lamentando daños más graves», alertó el técnico de Medio Ambiente.

Por otro lado, la delegada territorial de Educación, Margalida Ferrer, acudió al Quartó de Portmany para conocer los desperfectos ocasionados por el fuerte viento, que rompió los cristales de una claraboya y tumbó un trozo de valla del exterior del centro.