Cerca de seis toneladas de hachís, el mayor decomiso que se ha producido de esta droga en Balears por parte del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) de la Agencia Tributaria, fueron incinerados ayer en Son Reus (Mallorca).

En declaraciones a los medios, el jefe de Vigilancia Aduanera en el archipiélago, Carlos González, recordó que la droga se incautó el pasado mes de mayo, cuando detectaron un velero sospechoso a un centenar de millas de la costa de Ibiza.

Según declaró González, las circunstancias del mar «eran peligrosas», ya que había olas de unos tres o cuatro metros, además de «cierta dificultad de actuación» porque los tripulantes «habían intentado abrir los grifos para tener una vía de agua y que la embarcación se hundiera y no se recuperara la carga».

Abordaje

Pero los funcionarios de Aduanas de Balears y Valencia procedieron al abordaje del barco y lograron detener a las tres personas que estaban a bordo. Posteriormente se trasladó el velero al puerto de Ibiza y, una vez inspeccionado, los agentes localizaron 177 fardos con el hachís.

El laboratorio de Sanidad Exterior analizó la droga y determinó que tenía una pureza que oscilaba entre 20,6 y el 36,1 por ciento, con un valor de 32,19 millones de euros.