La jefa del servicio de Reumatología del Hospital Can Misses, Ana Urruticoechea, participó ayer en el videofórum de pacientes con enfermedad reumática que organizó la Coordinadora Nacional de Artritis (ConArtritis) en Ibiza, y en el que también intervinieron el presidente de la asociación, Antonio Torralba, y la especialista en Reumatología del Hospital Universitario de Bellvitge (Barcelona), Montserrat Romera.

«El objetivo de este foro es fundamentalmente el paciente», dijo Urruticoechea en una entrevista previa con este diario, en la que resaltó que la artritis reumatoide ya no es la enfermedad invalidante de años atrás: «Hoy en día el paciente puede hacer, en la mayoría de los casos, una vida prácitcamente normal». En el encuentro, en el que se buscaba «dar visibilidad a los aspectos más emocionales de la enfermedad» y fomentar «la cercanía, el diálogo y la confianza» entre los profesionales sanitarios y los pacientes, según los organizadores, se proyectó un vídeo cuya protagonista era una paciente que abordaba la esfera emocional de la enfermedad y su calidad de vida.

La artritis reumatoide es una de las enfermedades reumáticas más frecuentes.

Efectivamente. Es una de las enfermedades más estudiadas del campo de la Reumatología. Es una enfermedad autoinmune que se caracteriza por la inflamación y la progresión destructiva de las articulaciones, si se lleva a su evolución natural. Pero hoy en día con el diagnóstico y el tratamiento precoz y el abordaje multidisciplinar podemos llegar a controlarla y a que esté dormida.

¿Cuál es su prevalencia en Ibiza y Formentera

En Eivissa y Formentera, según las estadísticas, tenemos más de 1.200 personas que viven de forma diaria con la artritis reumatoide. En el mundo existen más de 23 millones de personas que padecen la enfermedad. Y es más frecuente en mujeres, tres veces más que en los hombres.

¿Cuáles son los síntomas que deben poner en alerta al paciente sobre la posibilidad de sufrir esta enfermedad?

Síntomas como el dolor articular; la rigidez matutina, se levantan por la mañana con dolor generalizado que en ocasiones dura todo el día, pero que fundamentalmente dura más de 30 minutos; cansancio; fatiga. Y lo que es muy importante, cuando esto les repercute de forma directa en su vida personal, familiar, social y laboral.

¿Qué causa esta enfermedad? ¿Qué factores pueden incidir en su desarrollo?

Realmente, el origen de esta enfermedad es desconocido. Existen muchos factores, es multifactorial. Están la genética, los factores ambientales. Se ha visto que en el norte de Europa existe mucha más frecuencia que en los países del sur de Europa. Y dentro de los ambientales está el tabaco, que es importantísimo, pues es un factor desencadenante de muchas enfermedades reumáticas. También las infecciones, sobre todo las de origen viral. Todo ello, un conjunto multifactorial, es el desencadenante, pero no existe una causa directa y el origen, de momento, es desconocido.

¿Cómo vive el paciente el diagnóstico?

Hay que tener en cuenta que son enfermedades crónicas y eso quiere decir que el paciente las tendrá toda la vida. Es muy importante el diagnóstico precoz y esto lo hemos trabajado mucho en Atención Primaria, para que puedan remitir [a los pacientes] viendo una serie de síntomas que nos pueden orientar a una artritis reumatoide que hay que estudiar. Y cuando el paciente ya conoce la enfermedad es muy importante que tenga el apoyo de los médicos, la enfermera, la familia y las asociaciones de pacientes.

¿Cuáles son sus principales preocupaciones?

Poder tener una vida personal, familiar, social y laboral como una persona normal. En definitiva, su calidad de vida. Esto es lo más importante: que se encuentre sin dolor, que pueda tener una vida normal, feliz, y que la enfermedad esté controlada, dormida, que es el objetivo.

¿Gracias al diagnóstico precoz se consigue que la calidad de vida sea mejor y que la enfermedad se pueda mantener dormida, como comentaba?

Eso es. Teniendo un diagnóstico precoz y sensibilizando a la población, a los médicos, a las gerencias sanitarias, para tener todos los medios para poder ser vistos. Yo pediría más reumatólogos para llegar al objetivo de que el paciente pueda ser atendido cuando lo necesita y tenga las citas controladas, más citas, para lograr una mejor calidad de vida del paciente, para que haya mayor calidad en la atención y para que el paciente tenga confianza con su médico y con el sistema sanitario, sabiendo que si está mal lo vamos a poder ver.

Ahora mismo hay dos especialistas en Reumatología en el Hospital Can Misses, ¿verdad?

Sí, somos dos, pero aquí en Ibiza y Formentera necesitaríamos tres o cuatro, según los estándares de la Sociedad Española de Reumatología, que dice que para cada 40.000 o 45.000 habitantes hace falta un reumatólogo.

El videofórum que se ha organizado busca dar más visibilidad a los aspectos emocionales de la enfermedad. ¿Cuáles son?

Pues controlar que el paciente esté animado, que no tenga preocupación excesiva y que esté bien informado. Si uno está informado y sabe cómo solventar aquellas cosas que le van pasando, va formando parte de todo. El paciente tiene que cumplir con todo lo que se le dice, pero nosotros también tenemos que poder cumplir con él, tenemos que poder verle para apoyarle, pues son enfermedades crónicas. Es importante que el paciente siga el tratamiento, pero también que podamos tener un mayor diálogo con él.

¿Esto se puede hacer en la consulta? ¿Hay tiempo para dedicar a esta parte más emocional?

Necesitamos más tiempo, más equipo, más reumatólogos, efectivamente. Y una labor muy importante es la de Enfermería, que apoya muchísimo explicándoles todo a los pacientes. Con la parte de Enfermería muchas veces se logra tener un mayor control y tener al paciente mejor atendido, que es lo más importante.

¿El bienestar emocional de los pacientes favorece que se lleve mejor la enfermedad, que continúe dormida?

El bienestar emocional es un pilar básico. La parte de tratamiento -que se lleve todo bien, los controles analíticos-, es muy importante. Pero la parte emocional, también influye, necesitamos ser atendidos, que nos expliquen. De hecho en todas las guías de todas las enfermedades reumáticas éste es un pilar básico, la esfera emocional y la participación del paciente.

Destacaba antes que la artritis reumatoide es una enfermedad crónica. Con los tratamientos actuales, ¿es posible que la mayoría de los pacientes tengan una buena calidad de vida?

Efectivamente. En los últimos años, el tratamiento de la artritis reumatoide ha avanzado muchísimo. Dependiendo de las características de la enfermedad, uno puede ser candidato a un tratamiento, digamos, de primera línea o a uno diferente, como inmunosupresores, biológicos... Existe un abanico de posibilidades muy muy amplio y cada año salen tratamientos nuevos. Por eso es muy importante seguir al paciente en el tiempo y que él también nos siga a nosotros para que podamos tenerle informado de todo.

Entonces, ¿se puede decir que la artritis reumatoide ya no es la enfermedad invalidante que era hace años?

Los antiguos reumatólogos cuentan que antes las consultas estaban invadidas de sillas de ruedas porque el paciente no podía caminar y no podía moverse. Hoy en día el paciente puede hacer una vida, en la mayoría de los casos, absolutamente normal. Siempre hay casos más difíciles, pero en general son enfermedades con las que se puede tener una calidad de vida prácticamente normal. Pero para eso es importante que esté bien atendido en todas las esferas: médica, emocional, del cuidado familiar y de enfermería, y social.