El escultor Pedro Hormigo posa sonriente entre Alba Pau y Manu San Félix (Premis Diario de Ibiza a la Acción Social y Personaje del Año), que sostienen en sus manos sus premios. Esas piezas de bronce que repasan la historia del rotativo a través de su tipografía y que hace sólo unos minutos, en uno de los vídeos proyectados en la gala de entrega, los cerca de 200 asistentes han visto nacer en esa fragua de Vulcano que es su taller de Sant Antoni.

Pau sonríe, mucho más relajada ya que cuando ha subido «temblando» a recogerlo, y aunque lleva prisa (su hijo mayor celebra la cena previa a su boda) dedica unos minutos a posar una y otra vez en el photocall del cóctel con buena parte de los amigos que la han arropado. San Félix, que luce en la solapa el cuadrado amarillo insignia de National Geographic, confiesa durante la gala que es un 'personaje del año' con «muchos defectos» de los que su mujer, Cristina Ozores, si alguien está interesado, podría hacer «una lista». Ella, sentada en primera fila, y el resto del auditorio, sonríen ante la ocurrencia de San Félix quien, ya acabada la gala y mientras los invitados ponen rumbo hacia el cóctel que se sirve en los jardines, se queda hablando sobre el escenario con Francisco Vilás, de la Policlínica Nuestra Señora del Rosario, que ha dejado el premio a la Iniciativa e Innovación Empresarial (que ha recogido su hermana Marta) en el suelo para poder gesticular y mover sus manos de cirujano con libertad. En la entrega todos han recordado a su padre, Julián Vilás, fundador junto a su esposa Rosario de la clínica.

Mientras ellos hablan, Pau abraza a uno de sus grandes amigos, el arquitecto José Ribas, que más tarde se apunta a la fiebre del photocall junto al empresario Ricardo Urgell, otro de los íntimos de la restauradora, y el relaciones públicas Carlos Martorell. San Félix posa, ya más relajado, con Frances Llopis y Antonio Martínez Beneyto, de Ibiza Preservation Foundation. El biólogo no ha querido ser «muy apocalíptico», a pesar de lo cual ha recordado que el Mediterráneo es el «kilómetro cero para el impacto climático».

Entre sorbo de vino y bocado de jamón (otro de los triunfadores de la noche, a juzgar por cómo volaba de los platos), uno de los más solicitados de la noche, con permiso de los premiados, es José Asunción. El músico y su violín sin caja, que parece tocarse suspendido en el aire, han dejado impresionados a los asistentes, varios de los cuales le piden hacerse una foto con él. Algunos confiesan haberse quedado con ganas de más. «¡Magnífica actuación!», afirma Gemma Tur, profesora de la Universitat de les Illes Balears (UIB), en su perfil de twitter (como buena fan de las TIC) poco después de finalizar la gala, de la que muchos de los invitados se marchan con un pequeño regalo y un especial con toda la información de los premios: sus veinte años, las formas diferentes que ha adoptado, las entrevistas con los reconocidos en esta edición, las felicitaciones de las autoridades...

«A nosotros nos dieron uno, cuando se llamaban Premios Importantes», recuerda Jaume Ferrer, impulsor del Concurso Internacional de Piano de Ibiza, al cruzar la puerta del Club Diario acompañado de su mujer, Angelina Forés. «Fue en 1997», continúa Ferrer, que aparece en una de las páginas del suplemento, en el escenario del extinto Casino de Ibiza, sosteniendo la escultura que, justo para ese año, diseñó el profesor de la Escola d'Arts Bartomeu Ribas. Ferrer y su mujer ocupan sus butacas del auditorio, donde también se encuentra Mari Carmen Gutiérrez, presidenta de la Asociación Elena Torres para la investigación contra el cáncer, quien destaca la importante labor que desarrollan las asociaciones en Ibiza y Formentera y «lo duro» que, la mayoría de las veces, resulta sacar todo eso adelante.

Algo parecido ha dicho, poco antes, al inicio de la gala, la directora de Diario de Ibiza, Cristina Martín, al referirse a los premiados: «Han trabajado sin escatimar esfuerzo ni tiempo en muy diversos ámbitos». También a ellos se ha referido el presidente de Prensa Ibérica y Grupo Zeta, Javier Moll, que ha destacado su «incansable» trabajo para conseguir «cambiar las cosas» (Manu San Félix), su empeño por hacer «la vida más fácil a las personas» (Alba Pau) y su labor para «cuidar» la salud de los demás (Policlínica Nuestra Señora del Rosario).