El Consell de Ibiza insiste en reclamar al Govern balear el pago del 30% de las obras de la planta de triaje, que está previsto que entre en funcionamiento a partir de septiembre de 2020.

El conseller de Gestión Ambiental y Presidencia, Vicent Roig, que ayer visitó las obras de las instalaciones de Ca na Putxa, junto a los concejales del área de todos los ayuntamientos de la isla, señaló que la institución quiere recuperar el «compromiso» del Ejecutivo balear, tal y como figura en el Plan Director Sectorial de 2001 y que, posteriormente, en 2007, el presidente de la máxima institución, Pere Palau (PP), también dejó patente en un protocolo de intenciones con el Govern balear. En ese documento ya se reconocía que la cantidad total que debía pagar la Comunitat Autónoma ascendía a 15,8 millones de euros.

Roig apuntó que, si se logra que se abone esta cifra, se conseguiría que los cerca de 40 millones «que tienen que pagar los ibicencos se rebajen hasta los 26 o 30 millones y eso nos ayudaría».

Se da la circunstancia de que durante la pasada legislatura ya se reclamó el pago de los 22,4 millones de euros correspondientes al 30% de las inversiones no subvencionables por la Unión Europea ejecutadas y pendientes en el vertedero de Ca na Putxa. El que fuera responsable del área en la primera etapa del pasado mandato, Miquel Vericad, ya criticó que Mallorca había recibido cerca de 40 millones de euros del Govern por este concepto, remarcando el «agravio comparativo» con esa isla. También durante la pasada legislatura, la conselleria balear de Medio Ambiente ya defendió que no tenía la obligación de financiar estas obras. Aun así, Vericad no fue el primero en reclamar este pago ya que en octubre de 2005, el Consell remitió el primer escrito al presidente de la Comunitat, que era Jaume Matas, para informar de las inversiones efectuadas hasta ese momento en Ca na Putxa.

Roig reconoció que la factura para los ciudadanos solo se podrá rebajar si el Govern reconoce la deuda o si se incrementan los niveles de reciclaje ya que, apuntó, «se ha llegado tarde, un pelín tarde» a los Fondos Europeos, ya que se deberían pedir las ayudas antes de la aprobación del proyecto.

El 70% de la ocupación

Actualmente, en Ca na Putxa se trata el 18% de los residuos que se producen en la isla lo que hace que el vertedero, una vez puesta en marcha la planta de triaje, tenga una vida útil de entre siete y ocho años. Si este porcentaje se incrementase hasta el 50%, según Roig, «estaríamos hablando de entre 10 y 11 años de vida útil de estas instalaciones». A día de hoy, se está trabajando en la sexta celda, de las siete que tiene el vertedero, que está al 70% de su capacidad.

Para Roig, a medida que aumente el porcentaje de residuos que se tratan en casa, «más prolongaremos la vida útil» del vertedero, apuntó. De hecho, y de cara al momento que finalice la vida útil de la instalación, Roig señaló que el Consell sigue trabajando para buscar opciones, sin descartar la opción del traslado de los residuos fuera de la isla.

Otro contenedor

Otro contenedor

En cuanto a las obras, el conseller de Gestión Ambiental y Presidencia dijo que los trabajos se están llevando a cabo a «muy buen ritmo» con lo que, a partir de septiembre de 2020, se pondrá en funcionamiento, tal y como estaba previsto. Así, y de cara a esta fecha, en las calles de Ibiza aparecerá un nuevo contenedor, el marrón, para la separación de la materia orgánica.

La planta de triaje, de 50.000 metros cuadrados, está diseñada para tratar 120.000 toneladas de residuos sólidos urbanos, 20.000 toneladas de residuos orgánicos y de lodos de depuradoras y 5.000 toneladas anuales de envases. La planta tiene capacidad para valorizar el 60% de los residuos que llega a la misma, mientras que el 30% restante se depositará en el vertido. La nueva planta de triaje realizará tres procesos principales: selección, biometanización y compostaje.