La Demarcación de Ibiza y Formentera del Colegio Oficial de Arquitectos de Balears (Coaib) mostró ayer su apoyo a la petición de eliminar, en parte o totalmente, las cédulas de habitabilidad, al reconocer que se «producen duplicidades» que se deben eliminar.

El martes, el presidente del Consell, Vicent Marí, realizaba una pregunta parlamentaria en el Parlament balear en la que inquiría al equipo de gobierno del Govern sobre la posibilidad de eliminar las cédulas de habitabilidad que expide su institución.

La respuesta del conseller de turno fue que no se contemplaba dicha posibilidad. Marí criticó la postura aduciendo que se trata de un trámite antiguo -proviene de la época franquista- que ya queda obsoleto por otros existentes como el certificado del final de obra y el de primera ocupación, este último expedido por los ayuntamientos.

Los arquitectos expresaron ayer, en un comunicado, su coincidencia con estos razonamientos. «Queda absolutamente garantizada la calidad habitable de un inmueble, tanto en cuanto, un proyecto debe cumplir con el decreto de habitabilidad vigente el cual vendrá soportado primero por una licencia, posteriormente por una ejecución de obras con un arquitecto y aparejador, que finalizará con un certificado de final de obra y habitabilidad. Este certificado solo se obtiene una vez superada la visita por el técnico del ayuntamiento en cuestión que deberá comprobar que la construcción cumple con el proyecto aprobado. Sumado a todo lo anterior, el ayuntamiento expedirá un certificado de primera ocupación que nuevamente garantiza todo el proceso», explican desde el Coaib.

Los arquitectos aseguran que «en Ibiza una cédula de habitabilidad, tarda alrededor de 1 año, mientras que en la isla de Mallorca el mismo trámite queda resuelto entre 5 y 10 días», y aseguran: «Creemos que existe una duplicidad en las cédulas de habitabilidad para primera ocupación, y que es necesario desburocratizar la administración, reducir y simplificar los trámites, cuando se garantiza que las leyes, decretos o normas se cumplan, como es el caso. Sin embargo, entendemos la necesidad de mantener un tipo de documento o trámite, que garantice que en el tiempo las viviendas cumplan con las condiciones mínimas de habitabilidad, ya sea por renovación o carencia».