La ejecutiva de la Federación Socialista de Ibiza (FSE-PSOE) acordó el lunes dar un plazo de tres días a la exvicepresidenta segunda del Consell Marta Díaz para que devuelva su acta de consellera, pero ayer, menos de 12 horas después, en una entrevista en el programa de IB3 Els Dematins ya anunció que no lo hará y seguirá como consellera (en el grupo mixto), lo que provocará, tal como avanzó el socialista Enric Casanova, la apertura de un expediente disciplinario que podría acabar con su expulsión del partido.

Díaz rompe definitivamente con el PSOE en su intento de «lavar» su «imagen y honor», tal como remarca repetidamente en todas sus entrevistas, después de que Diario de Ibiza revelara que había hecho un mal uso de la tarjeta del Consell en el pasado mandato, con dos gastos en peluquería y otros dos en gasolina pese a que no conduce y que no justificó. De hecho, Díaz dejó 1.585 euros de gastos de representación sin justificar que tuvo que devolver de su bolsillo. La consellera argumenta que perdió los tiques.

La crisis abierta en el PSOE por Marta Díaz, que se ha agravado después de que diera marcha atrás al anuncio del viernes de su dimisión, se ha llevado por delante al secretario general del partido en Ibiza , Vicent Torres, que también dimite, según un portavoz del partido, de la comisión ejecutiva federal, en Ferraz, cargo para el que fue designado por Pedro Sánchez. Torres se mantendrá, eso sí, al frente del grupo del PSOE en la institución insular.

El también expresidente del Consell defendió la semana pasada a Marta Díaz, su mano derecha en el Consell tanto en el pasado mandato como en el actual. De hecho, inicialmente, Torres restó importancia al hecho de que Díaz hubiera dejado de justificar 1.585 euros por la pérdida, según ella, de los tiques. Dijo que a él le había sucedido «bastantes veces» y que, en la última ocasión, tuvo que pagar alrededor de 330 euros porque había extraviado los tiques de un viaje. «A veces pasa», dijo. De todos modos, según un portavoz del Consell, Díaz fue el único cargo del anterior gobierno que tuvo pagar de su bolsillo gastos sin justificar al cierre del pasado mandato.

El PSOE también salió en defensa de Díaz y acusó al gobierno del PP en el Consell de hacer «una guerra sucia» al tiempo que denunció que durante la presidencia del popular Vicent Serra se gastó «un 162% más» en la llamada caja fija. Las posteriores informaciones de este diario, sobre todo la falta de justificación de dos gastos en gasolina y peluquería, provocaron que el viernes el PSOE arrojara la toalla y empujara a Díaz a anunciar su dimisión.

Su cambio de planes (el domingo informó de ello a Torres) arrastró al secretario general, quien, según las fuentes consultadas, ya el lunes por la mañana tenía la intención de dimitir y anunciarlo en la reunión de la ejecutiva que se había programado por la tarde (este diario informó ayer por error que se había convocado de urgencia), antes del comité insular en el que se iba dar el pistoletazo de salida a las elecciones del 10N.

Convencen a Vicent Torres

Sin embargo, según ha podido saber este diario, algunos dirigentes, incluso de Mallorca, convencieron a Torres para que se mantuviera en el cargo, al menos hasta después de los comicios para no debilitar al partido a un mes de las elecciones. Hay que tener en cuenta que en las elecciones generales de abril, el PSOE ganó por primera vez, en solitario, la pugna por el escaño al Senado en las Pitiüses. El PSOE había convocado por la mañana una rueda de prensa a las 19.30 horas para informar sobre los acuerdos que se preveía que iba a adoptar el órgano de dirección de la FSE-PSOE sobre la decisión de Díaz de dar marcha atrás a su dimisión.

El enfrentamiento que se produjo durante la reunión de la ejecutiva, cuando algunos de sus miembros le pidieron al secretario general explicaciones del caso de los gastos de Marta Díaz, precipitó la renuncia de Torres, sin esperar a que pasen las elecciones de noviembre. Según testimonios recogidos por este diario, algunos miembros de la ejecutiva le echaron en cara a Torres en un tenso debate, entre otras cosas, que no se hubiera percatado, como máximo responsable del Consell, del problema de los gastos de Marta Díaz y no hubiera intervenido antes, así como los bandazos del partido al abordar la crisis.

En ese momento, Torres anunció su retirada y el partido decidió cancelar la rueda de prensa prevista 17 minutos después (a las 19.13 horas avisó a los medios), pero la presencia de los periodistas en la puerta de la sede obligó al PSOE a improvisar una comparecencia para informar de la dimisión y del acuerdo adoptado para pedir a Díaz que devuelva el acta de consellera y que el PSIB nombre a una gestora que dirija al partido hasta un congreso extraordinario.

De hecho, algunos de los miembros del comité insular, el máximo órgano del partido entre congresos, que se celebró luego, tras la rueda de prensa, expresaron su malestar por el hecho de que se hubiera informado antes de la dimisión de Torres a los medios. El presidente del comité insular, José María Costa, propuso posponer a otra convocatoria los asuntos previstos en el orden del día (las elecciones) tras la inesperada dimisión del secretario general y la consecuente disolución de la ejecutiva.

Díaz carga contra el PSOE

Por su parte, Marta Díaz volvió a arremeter ayer contra el PSOE en la entrevista de Els Dematins de IB3, en la que dijo que no se sentía responsable de la dimisión de Torres. «La situación no la he creado yo, sino que me la he encontrado. No me siento responsable de las decisiones de otras personas», dijo. Al ser preguntada sobre si se había sentido traicionada por la ejecutiva socialista respondió: «No diría traición. Allá cada uno con su conciencia. Sólo digo que yo nunca hubiera dejado solo a un compañero en la situación en que me hallo. Me quedo con una frase de Serrat que me gusta mucho: Prefiero ser víctima que verdugo».

La consellera reiteró que algunos de los militantes que están de su lado y la apoyan cuestionaban por qué había de dimitir si «no lo hicieron Xico Tarrés ni Josep Marí Ribas, que estaban imputados por un delito penal [el caso Ibiza Centre, que fue archivado]». «Nadie en el partido se lo pidió. Como me ha dicho un compañero de la ejecutiva: si mis apellidos fueran Marí o Costa la cosa cambiaría».

Díaz insistió en que se ha hecho «una campaña brutal contra ella» y defendió que los gastos en restaurantes eran de «representación, como han hecho todos los políticos de la institución». La consellera recordó una vez más que el anterior gobierno del PP gastó un 162% más de la caja fija y que ella pedirá las cifras desde la presidencia de Pilar Costa en 1999.