El secretario general de la Federación Socialista de Eivissa (FSE-PSOE), Vicent Torres, abandona el liderazgo de la formación. La crisis que se ha abierto en el partido socialista por las informaciones reveladas por este diario sobre el mal uso de la tarjeta institucional, durante el pasado mandato, por parte de la exvicepresidenta segunda del Consell, Marta Díaz, ha precipitado también la dimisión de Torres como secretario general.

Díaz decidió el viernes dimitir de todos sus cargos políticos, pero ayer inesperadamente agravó aún más la crisis interna del PSOE al dar marcha atrás y anunciar su continuidad como consellera aunque suponga su expulsión del partido.

Torres informó anoche de su dimisión a la ejecutiva de su partido, que se reunió de urgencia para tratar la crisis abierta. El exsecretario general lo comunicó después a la prensa con la lectura de un documento y sin responder preguntas. De hecho, el PSOE había convocado una rueda de prensa en la sede del partido a las 19.30 horas, pero en el último minuto la canceló. Ante la presencia de los medios de comunicación en la puerta de la sede socialista, Torres decidió anunciar su dimisión como máximo responsable del partido de esta manera. Puntualizó que seguirá «a disposición del partido» como portavoz del grupo del PSOE en el Consell, en cuyo cargo «seguirá dando todas las explicaciones que los ciudadanos merecen».

Con la voz entrecortada por la emoción, Torres, ante los miembros de la ejecutiva y otros destacados dirigentes (posteriormente se celebró un comité insular para ratificar las listas electorales del 10N), subrayó que ha trabajado durante todos estos años «en favor de la isla y el partido con honestidad y honradez».

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Dimisión de Vicent Torres

El también expresidente del Consell explicó que en mayo, tras la derrota en las urnas, ya pensó, según dijo, que era «necesario abrir una nueva etapa con un nuevo liderazgo en el partido». «Decidí retrasarlo debido a las dificultades para constituir un nuevo Gobierno [en Madrid] y al ver que nos veíamos abocados a unas nuevas elecciones generales, como se ha confirmado», indicó.

Marta Díaz lo dinamita todo

Dicho esto, Torres reconoció que «los acontecimientos de los últimos días», en referencia a los gastos de Marta Díaz revelados por este diario, «han adelantado» su dimisión. «La renovación en el partido no puede esperar más», dijo y eludió dar más detalles sobre el caso de Díaz, la que era su mano derecha en el Consell en el pasado mandato y ahora en el grupo del PSOE.

Precisamente, Torres anunció a la ejecutiva su renuncia el mismo día en que la dirección del partido decidía pedir a Díaz que devuelva el acta de consellera después de que el viernes su partido hubiera aceptado su dimisión. Fue el diputado del Parlament Enric Casanova quien actuó como portavoz de la ejecutiva para anunciar este acuerdo. Torres se desmarcó de esta forma del acuerdo que aboca a Díaz, su persona de confianza, a su expulsión del PSOE. Así, Casanova, que sí respondió a las preguntas de los medios de comunicación hasta que el responsable de prensa dijo basta (sólo permitió cuatro preguntas, aunque se coló una quinta), explicó que Díaz debe dejar el Consell y que otra persona ocupe su puesto (la exdiputada Silvia Limones) para «seguir ejerciendo una oposición constructiva». Si no lo hace en tres días, el partido abrirá un expediente disciplinario que, según reconoció Casanova, puede acabar con su expulsión del partido. También informó de que la ejecutiva la ha destituido de los cargos orgánicos del partido. Díaz era miembro de la ejecutiva (secretaria de Trabajo y Relaciones Institucionales), aunque el viernes dimitió.

Casanova explicó que la ejecutiva le pide que devuelva el acta de consellera porque el viernes anunció «públicamente su dimisión y fue aceptada por el partido». «Hoy [por ayer] se ha desdicho y nosotros consideramos que este recorrido inverso no es correcto», dijo.

Por último, la ejecutiva acordó solicitar al PSIB el nombramiento de una gestora que dirija el partido hasta el próximo congreso.