El 10,4% de las personas que fueron atendidas en el servicio de asesoramiento de emprendedores del Club de Feina de Santa Eulària en 2018 montó un negocio, de acuerdo con los datos facilitados por este departamento, que detalla que ese año se contabilizaron 48 usuarios y que hubo 5 proyectos que culminaron en la creación de empresas.

Este servicio se puso en marcha en 2012 y desde entonces el número de usuarios atendidos ha ido oscilando. Entre 2012 y 2015 sí se registró un incremento de usuarios anual, y fue ese último año el que registró el volumen más alto de personas que acudieron a solicitar información o ayuda.

En 2016 la cifra bajó y en 2017 registró una nueva disminución, si bien indican que estuvo vinculada al cierre de la asociación Joves Empresaris de Balears, cuyos técnicos se desplazaban al Club de Feina para prestar el servicio gracias a un acuerdo de colaboración.

En 2018, con el servicio a pleno rendimiento, el número de usuarios volvió a aumentar y en los dos primeros trimestres de este 2019 ya son 38 las personas atendidas, por lo que es posible que al finalizar el año el número total supere al registrado en 2018. Por el momento, en este periodo se ha creado una única empresa.

2015, el año con más empresas

En 2012 se atendió a ocho personas y de ellas dos montaron su propia empresa, lo que representa el 25%. Un año más tarde, el número de los usuarios ascendió a 13 y el de negocios creados a seis, lo que suponía el 46,2% del total, el porcentaje más alto de la historia del servicio.

«En 2014, viendo el aumento en el número de usuarios atendidos y con la finalidad de ofrecer un mejor servicio de asesoramiento personalizado y acompañamiento de proyectos empresariales para emprendedores, se firmó un acuerdo con la asociación de Joves Empresaris de Balears», indican las citadas fuentes. De acuerdo con el mismo, los técnicos del colectivo atendían cada dos semanas las consultas «de empresarios o emprendedores, ofreciendo una monitorización de los procesos del proyecto, así como recomendaciones individualizadas de los pasos a seguir en función del grado de madurez y evolución de cada proyecto». Ese año, se atendió a 28 usuarios que crearon seis empresas, lo que supone el 21,4% del total.

En 2015, sin embargo, se registró el volumen más alto de personas que acudieron al servicio de emprendedores, con un total de 50. Y se contabilizó también la cifra más alta de negocios puestos en marcha, con diez. Eso sí, en relación al número de usuarios, el porcentaje de proyectos que culminaron en empresas se situó en el 20%.

Un año más tarde fueron 30 los usuarios y tres las empresas (10%), y en 2017, ocho y uno (12,5%), respectivamente. En este último ejercicio, precisamente, tras la disolución de Joves Empresaris de Balears, el Consistorio de Santa Eulària contrató a una profesional especializada que atiende también dos veces al mes y que es la persona que antes ejercía esta labor desde la asociación.

Por necesidad o por vocación

Para la agente de desarrollo local (AODL) del Club de Feina, Míriam Riera, el emprendimiento es una salida laboral que en épocas de crisis, dice, «se busca más». «La gente no encuentra trabajo y emprende», resalta y agrega que se trata de emprendedores «por necesidad». Resalta que, por otro lado, hay otro perfil: el de aquellas personas con «más de vocación», que tienen una idea y la quieren llevar adelante.

Aunque no se puede decir que según el tipo de emprendimiento se vaya a tener más o menos futuro, Riera cree que «la motivación» influye. «A lo mejor una persona que lo hace por obligación, a la primera experiencia negativa que tiene desiste y quien lo hace vocacionalmente le pone mucho más empeño», destaca.

En esta línea, la técnica de ocupación del Club de Feina, Sandra Marí, subraya que la persona que se dedica al emprendimiento ha de ser alguien a quien «le guste, que pueda pasar 24 horas al día pensando en ello y que no tenga miedo a arriesgar». «Si realmente lo hace por una necesidad puntual, es más fácil que lo deje que una persona para la que realmente es su sueño», insiste.

En todo caso, Riera destaca que los emprendedores a los que actualmente se suele atender en este servicio -que está dirigido a residentes en Santa Eulària y que se presta dos veces al mes, previa solicitud de cita-, son «más de vocación». Y los hay tanto «que no tienen ni idea y quieren saber cómo podrían empezarse a mover para montarla», como personas que tienen una idea creada y que buscan «que se les ayude a hacer un plan de negocio o se les den las bases de cómo llevarlo a cabo» y también gente «que directamente busca financiación». «Les explicamos todos los pasos necesarios para crear una empresa, el tema de las ayudas, los aspectos legales, trabajamos todo eso», afirma Riera.

Respecto a los proyectos que tienen en mente, la técnica de orientación del Club de Feina, Laura García, indica que aunque parece que «al estar en una isla todo tendría que estar enfocado a hostelería y restauración», en realidad «hay de todo». «Este año por ejemplo tenemos de gimnasio y deporte, de ropa...», cuenta como ejemplo.

«Y también hay emprendimiento en cosas relacionadas con el cuidado del medio ambiente», apostilla Marí.