Los fenicios ya cultivaban azafrán en Ibiza. Los romanos y los pueblos posteriores siguieron haciéndolo y, de hecho, históricamente, cada casa ibicenca en la era de la economía de subsistencia tenía unas pocas plantas para consumo propio. Se trata de una de las pocas especias que siempre se han cultivado en la isla, hasta el punto de que hay quien la consideraba una planta de jardín. (Ver galería de imagénes)

En estos tiempos en los que se recuperan especies autóctonas, que se recurre, cada vez más, al cultivo ecológico y que se buscan fórmulas nuevas para recuperar el campo, retorna el azafrán. No es un cultivo nuevo, pero sí puede aplicarse un enfoque novedoso.

Por ello el Consell ha organizado la primera Jornada Técnica del Azafrán. Y para impartirla han invitado a todo un experto. El director de investigación de la Diputación de Albacete, Horacio López Córcoles, doctor en ingeniería agrónoma en la región que produce la mayor parte del azafrán español.

El objetivo de la jornada: aprender a maximizar las cualidades que hacen que el azafrán sea azafrán de calidad. Un grupo de 22 agricultores acudieron ayer a la cooperativa de Sant Antoni para asistir a la charla y aprovechar algo de la sabiduría de López Córcoles, igual que han hecho los iranís, por ejemplo.

En las conversaciones entre López Córcoles y los asistentes, destacan dos aspectos. Por un lado, el experto deja algo muy claro. «Aquí tenéis una oportunidad de oro. Los italianos les venden azafrán a los turistas como recuerdo de su visita a 30-35 euros el gramo. Y eso es porque lo saben vender muy bien. Aquí podéis hacer lo mismo», explica.

Por otro lado, la mayoría de los agricultores presentes, cuando preguntan empiezan diciendo: «Mis abuelos, mis padres siempre han cultivado...». Sin embargo, de los presentes en la jornada, los que ya tienen, la mayoría lo hacen de modo ecológico.

Irina Cendrera, propietaria de la finca de Can Joan Fornet, tiene plantados 2.000 m2 de bulbos de azafrán certificados de cultivo ecológico. «Plantamos por primera vez el verano pasado. Pusimos azafrán porque me di de alta como joven agricultora y en el Consell me recomendaron el azafrán», explica Cendrera, que reconoce que la primera vez supone «una inversión muy fuerte».

De hecho, el coste de comprar los cormos (o bulbos) para poder plantar de cero está entre 20.000 y 30.000 euros por hectárea. Cendrera vendió su primera cosecha de 300 gramos a 8 o 9 euros el gramo y el coste final para el consumidor fue de 10 u 11 euros el gramo. Según López Córcoles, «aquí se puede vender aún más caro».

El azafrán es una planta con un ciclo de cultivo anual (se recoge cosecha una vez al año) y con un ciclo vital de unos cinco años. Después hay que arrancar los cormos y plantarlos en otra parcela. Esta planta florece a finales de octubre o principios de noviembre, y eso es algo que le gusta a José Ribas. «Por un lado quiero plantar por recuperar algo que siempre había en casa de mis abuelos. Ellos tenían para consumo propio. Por otro lado, es un cultivo ideal para compaginar con los otros cultivos más extendidos aquí, porque se cosecha en una época del año en la que ya se ha recogido casi todo lo demás, justo antes de que haya que recoger la oliva», explica Ribas, al que no se le escapa la rentabilidad económica del azafrán.

Las condiciones generales de Ibiza en cuanto a clima y suelo son ideales para el azafrán. Hasta tal punto que un albaceteño residente en Ibiza desde hace años asegura: «El de aquí es mejor». Así que al que busque alternativas a otros cultivos más usuales le van quedando pocas excusas.