Ni histeria colectiva ni ruidos ni gritos ni peleas ni quejas. La operación de repatriación de los británicos afectados por la quiebra de Thomas Cook que veranean en Ibiza comenzó ayer con absoluta tranquilidad en el aeropuerto de la isla, de donde partieron (a su hora) cinco aviones cargados con unos 1.100 pasajeros con destino a los aeródromos de Newcastle, East Midlands, Gatwick (Londres) y Glasgow.

La jornada, que inicialmente se preveía caótica, fue de total normalidad, una nueva demostración de la flema británica, del estoicismo de unos ciudadanos que no se inmutan ante circunstancias adversas como las vividas estos días y de unas autoridades que, de momento, han organizado meticulosamente el regreso a casa de 5.000 de sus compatriotas. Ocho miembros del Consulado en Balears (que instalaron un pequeño puesto de atención en la sala de facturación) y alrededor de una decena de la Autoridad de Aviación Civil del Reino Unido se desplegaron ayer en el aeropuerto para asesorar y ayudar a sus paisanos. Todos mantuvieron la calma en el 'Dunkerke' del turismo inglés.

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Absoluta normalidad en el aeropuerto de Ibiza

Incluso estuvo presente en Ibiza Lloyd Millen, cónsul británico en Balears, que el lunes visitó Menorca y el martes Mallorca para supervisar las operaciones de evacuación en cada isla. Millen explicó que la planificación abarca dos semanas, que en el caso de Ibiza se concentra en ocho días (27, 28 y 29 de septiembre, y 2, 4, 5 y 6 de octubre). El cónsul, que estuvo acompañado por la vicecónsul en la isla Sharon Hodges, agradeció la cooperación de AENA, «que ha facilitado el trabajo» (habilitó incluso tres entradas exclusivas en el embarque para los pasajeros de Thomas Cook, indicadas con un rótulo de esa compañía), y de Iberia por ayudar en el checking de los pasajeros. Algunos afectados llegaron a las instalaciones aeroportuarias con más de tres horas de antelación e hicieron cola ante los respectivos mostradores de facturación en silencio y riguroso orden.

Los seis vuelos previstos (el primero partió a las 9.40 horas y el último a las 12 horas) quedaron reducidos a cinco porque las autoridades británicas juntaron en un solo avión a los pasajeros de Manchester y a los de Birmingham. Al aterrizar en el aeropuerto de esta última ciudad, los mancunianos fueron acomodados en autobuses para trasladarlos hasta su población. No será, según detalló Millen a este diario, la única vez que hagan algo parecido para transportar hasta el Reino Unido a los pasajeros que se han quedado colgados en al isla tras el hundimiento del segundo turoperador más grande el mundo, si bien los que ayer embarcaron no tuvieron que recortar sus estancias y, además, sus vuelos partieron a la misma hora que los previstos inicialmente para los aviones de Thomas Cook. Estos fueron sustituidos por chárter de compañías como Eastern y Evelop!

La embajada británica informó de que si bien hoy no habrá ningún vuelo desde Ibiza con clientes de Thomas Cook, mañana viernes hay programado uno; el sábado, dos, y el domingo, tres. En total, seis durante este fin de semana, con alrededor de 1.200 pasajeros en total. Aún quedarían, pues, en Ibiza alrededor de 2.500 clientes del turoperador quebrado.