El Govern balear y los sectores empresariales pretendieron dar ayer una imagen de unidad y de tranquilidad tras la reunión mantenida para analizar el impacto de la quiebra del grupo británico Thomas Cook. Pero los empresarios distan mucho de estar tranquilos, según reconocieron varios de sus representantes al abandonar el encuentro. Porque ademas del impacto del agujero económico dejado por la citada empresa en las islas, y que la presidenta de la federación hotelera de Mallorca, Maria Frontera, situó por encima de los 100 millones de euros en impagados, lo que otros sectores temen es lo que denominan «deuda indirecta» o el crecimiento de la misma «en cascada». Es decir, que aquellas empresas a las que Thomas Cook no ha pagado, tampoco paguen a sus proveedores y así sucesivamente, lo que puede multiplicar la cifra de afectados y el valor del agujero económico.

Esta intranquilidad fue expuesta tras la reunión que los consellers de Turismo y de Movilidad, Iago Negueruela y Marc Pons respectivamente, mantuvieron con representantes de las patronales CAEB y PIMEB, y de sectores como el hotelero, comercio, agencias de viajes, transportistas o distribuidores de alimentos.

La principal conclusión es que, según explicó Iago Negueruela, el Govern se va a reunir durante los próximos días con cada uno de los sectores empresariales afectados y con los sindicatos para analizar las medidas que son necesarias para minimizar el impacto de la quiebra de Thomas Cook, tanto sobre las empresas como sobre los trabajadores, y posteriormente fijar aquellas que el Ejecutivo balear puede aplicar directamente, y las se propondrán de forma conjunta ante la ministra del ramo, Reyes Maroto, para que sean aprobadas por el Gabinete de Pedro Sánchez. En este caso, representantes empresariales apuntaron ya la necesidad de que se abran líneas de crédito subvencionado para poder afrontar los problemas de liquidez que generan los impagos.

Además, se puso en valor que la conectividad aérea con Alemania y con los países nórdicos parece garantizada, limitando el problema al Reino Unido.

Atención a los afectados

Pero un punto en el que se insistió es que la prioridad durante este encuentro fue abordar el trato que se debe de dar a los turistas de Thomas Cook que siguen en las islas, para garantizar que su estancia siga siendo cómoda y que podrán volver a su país. En este sentido, Marc Pons informó de que ayer partieron cuatro vuelos de rescate desde Palma, que trasladaron a 960 afectados, y destacó la normalidad con la que se está desarrollando esta repatriación. Además, se subrayó la labor que transportistas y hoteleros están haciendo para colaborar en este dispositivo.

Por su parte, los presidentes de CAEB y PIMEB, Carmen Planas y Justo Saura, reivindicaron medidas para ayudar a las empresas afectadas pero también para garantizar la conectividad de Balears con sus mercados turísticos.