El doctor en Enfermería Jesús Tomás Monge y la doctora en Medicina Irene Roth han finalizado un estudio observacional que ha demostrado que las terapias no farmacológicas contribuyen a ralentizar la progresión de la enfermedad del alzhéimer. La investigación se ha llevado a cabo con los datos de un centenar de pacientes del Centro de Atención de los Trastornos de la Memoria del Consell de Ibiza, en el Hospital Residencia Asistida de Cas Serres, donde Monge trabaja como enfermero y Roth como supervisora del departamento de nutrición y dietética.

«Hemos podido comprobar que los resultados son favorecedores», destaca Monge, que es el director de este grupo de investigación. Este estudio observacional cuenta con la novedad de que «se ha centrado en todas las terapias no farmacológicas en un periodo largo de tiempo, mientras que hasta ahora se han centrado en una sola terapia durante un corto periodo de tiempo», explica Roth. «La premisa del Centro de Día es que se use la menor medicación posible, que no quiere decir que no se deba tomar, sino que son terapias complementarias», añade.

De momento, no pueden avanzar los detalles de su trabajo, ya que deben esperar a que salga a la luz en la revista especializada que lo va a difundir en un plazo de unos dos meses. Por precaución, tampoco pueden facilitar el nombre de esta publicación, pero avanzan que es de ámbito internacional y que está posicionada en el «primer cuartil [las de mayor impacto de su sector]».

Diez meses de trabajo

El estudio les ha llevado diez meses de trabajo fuera de su jornada laboral, y también han contado con la colaboración de expertos de la Universidad Internacional de Valencia, donde Monge también es docente del área de Bioética y Geriatría, así como de la Universidad de Barcelona o del Hospital Clínic de la Ciudad Condal, donde Roth forma parte de equipos de investigación.

«En noviembre del año pasado nos planteamos por qué no empezábamos algo conjunto, ya que ambos somos investigadores y en un hospital hay datos suficientes para emprender un estudio», recuerda Roth. «Vemos que aquí hay muchísimo potencial que no se aprovecha», apunta Monge.

«Como venimos del mundo de la investigación, hemos aunado esfuerzos para ver si conseguimos resultados prometedores y, sobre todo, por vocación de servicio y para contribuir a mejorar el estado de las personas», subraya Monge.