Apenas cinco días después de llegar a la isla, Joaquín Sorolla comenzaba a pintar en s'Aranyet el cuadro 'Los contrabandistas'. Diario de Ibiza informó de que el 16 de septiembre de 1919 había dado las primeras pinceladas a una obra que estaba «destinada al museo de un ilustre hispanófilo de Norte América», en referencia a Thomas Fortune Ryan, el rey del tabaco, y a la Hispanic Society of America: «Es una maravilla de colorido y de composición», detalló el redactor del periódico.

Es Diari seguía los pasos del pintor por la isla: «El martes último [16 de septiembre de 1919], don Joaquín Sorolla, acompañado de su distinguida esposa, de su bellísima hija Elena y de su discípulo don Santiago Martínez, visitó la finca Can Cardona, situada en el kilómetro ocho de la carretera de Sant Josep, donde por cuenta del Estado se practican excavaciones arqueológicas bajo la dirección de nuestro buen amigo don Carlos Román». El 22 de septiembre se celebró en el Hotel Marina una comida ( a 10 pesetas el menú) con la que se agasajó al artista. Participaron 34 personas. Sorolla demostró «buen humor» y «modestia excesiva». Por la tarde visitó es Vedrà en el vaporcito 'Salinas'. «Os prometo que el año que viene pasaré una buena temporada aquí, porque esto es muy bonito y la campiña, principalmente, me encanta», comentó Sorolla al acabar la jornada, y además pidió bajar el Museo Arqueológico a la Marina. El pintor no pudo volver a la isla. Pocos meses después sufrió un derrame cerebral, que le dejó hemipléjico.

50 años

Más extranjeros expulsados. Suma y sigue, en la época en la que el hippismo hacía estragos, la Delegación del Gobierno en las Pitiusas decretaba la expulsión de más extranjeros, 31 esta vez: ocho norteamericanos, siete alemanes, seis británicos, dos holandeses, dos franceses, cuatro daneses, un suizo y un australiano. Fue expulsado hasta un español.

Se supo por entonces que Gesa había empezado la construcción de una nueva central eléctrica en Ibizay que estaba en estudio una planta potabilizadora en Formentera para producir de 150 a 200 toneladas de agua al día.

Diario de Ibiza también informó de que aquella semana de 1969 habían contraído matrimonio en Rafelbunyol (Valencia, cerca de Sagunto) «la distinguida señorita Mercedes Bosó Gil y don Antonio Luis Marí Ramón, profesor mercantil». fruto del cual vería la luz poco después el que con los años sería el actual presidente del PP de Ibiza.

75 años

Retrato destruido «estúpidamente». Con motivo de una noticia sobre la evangelización de «las tierras salvajes» de Australia, Diario de Ibiza recordaba la figura de Fulgencio Torres Mayans (Ibiza 1861-Perth, Australia 1914), que fue administrador apostólico en aquel continente. Y aprovechaba la ocasión para rememorar que «en los días del Frente Popular», es decir, poco antes de que estallara la Guerra Civil, fue «destruido criminal y estúpidamente, con otros de sus compañeros, el retrato del padre Fulgencio Torres Mayans». Varios fueron tirados directamente al mar: «Ibiza tiene en esto una deuda que debe ser saldada sin demora. Al cumplirse 30 años, el próximo 5 de octubre, del fallecimiento de Fulgencio Torres, debería concretarse el encargo de dicho nuevo retrato», solicitaba el periódico, de manera que fuera colgado el 8 de agosto de 1945.

25 años

Piratas en la política. Antoni Marí Calbet expresaba, en una entrevista concedida a Diario de Ibiza el 19 de septiembre de 1994, su intención de volver a presentarse como candidato al Consell de Eivissa y Formentera: «Me gusta mandar», reconoció. También admitió que no le había gustado el discurso que el alcalde, Enrique Fajarnés, de su mismo partido, el PP, había hecho poco antes: «No me hizo mucha gracia, porque consideré que era un poco improcedente [...] Yo no creo que haya nuevos piratas, y si los hay, hay que decir quiénes son, con nombres y apellidos. Lo que no se puede hacer es lanzar una bola que ruede y dejarlo así [...] A veces es mejor estar callado». Al margen de la política, el sábado 17 de septiembre de 1994, ‘Magic’ Johnson, una leyenda del básket mundial, visitaba la cancha del hotel de Ibiza en el que se alojaba para impartir una clase a una veintena de personas.