A la preocupación de que se han disparado los precios de los vuelos con la Península tras la subida del descuento aéreo al 75% -son un 20% más caros con Canarias, según reconoció este martes el ministro de Fomento, José Luis Ábalos-, se suma ahora que el Gobierno en funciones planea controlar cuántas veces viajamos para que no seamos "demasiado los mismos". El Estado estaría planeando limitar la bonificación revisando los ingresos de los viajeros residentes que más veces se benefician del descuento.

Abálos reconoció en el Congreso que en las rutas del archipiélago canario con la Península los precios se han incrementado un 20% desde que entró en vigor en julio del año pasado el descuento del 75% para los residentes en Balears, Canarias, Ceuta y Melilla.

El ministro en funciones, en respuesta a una interpelación parlamentaria de la portavoz de Coalición Canaria en el Congreso, Ana Oramas, se refirió a que entre las medidas de control de los precios Fomento ha encargado un estudio a la Universidad Pompeu Fabra para ver los efectos de la bonificación estatal y verificar que no haya acuerdos de tarifas entre las aerolíneas que brindan el servicio y se benefician de los fondos que el Estado destina a mitigar la dependencia del transporte aéreo en los destinos no peninsulares.

Lo más preocupante es que el Ministerio de Fomento está cruzando datos con la Agencia Tributaria para ver la relación entre el número de los residentes y su nivel de renta para determinar " quiénes se benefican de estas bonificaciones y cuántas veces", de manera que no sean "demasiado los mismos".

También la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia está colaborando en un informe para comprobar si se pueden estar produciendo pactos entre las compañías en las tarifas aéreas, estudio que tras un año y dos meses de que se ampliara el descuento al 75% todavía no ha hecho público.