Las viviendas de lujo, especialmente aquellas villas que valen más de cinco millones de euros, siguen tirando del carro del mercado inmobiliario de Ibiza, mientras que se resiente la adquisición de aquellas que se sitúan en el segmento intermedio (de medio millón a cuatro millones de euros). De las viviendas más «populares (250.000 euros en adelante, que serían de lujo en la Península pero que aquí merecen ese calificativo en el sector) hay «mucha demanda, pero escasa oferta». Así describe el panorama del ladrillo uno de los notarios que más operaciones firman en la isla (y que prefiere mantener el anonimato): «Pisos de un millón hay los que quieras; de 300.000 euros es difícil encontrarlos porque no hay producto de esas características», afirma.

Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) confirman que la compraventa de viviendas en las Pitiusas ha caído un 16% hasta julio. En siete meses se han registrado 943 operaciones, 180 menos que en los siete primeros meses de 2018. La diferencia es todavía mayor (-27%) si se compara el actual ejercicio con el de 2017.

«Ya no se vende a cualquier precio»

«Ya no se vende a cualquier precio»La estadística sobre hipotecas (en este caso la más reciente es de junio) confirma ese sustancial descenso, que es del 22,4% en cuanto a firmas (hubo 561 en medio año, 162 menos que en 2018) y del 27% en cuanto al importe acumulado (se constituyeron por valor de 111,3 millones de euros, 41,5 millones menos que el pasado año).

Según Jeffrey Fernández, delegado en las Pitiusas de los agentes de la Propiedad Inmobiliaria (Apis), «el mercado está parado por los altísimos precios que hay». Especialmente por esos precios «intermedios» de los que habla el notario aludido: «No los quiere pagar la gente. Puedes subirlos y que haya la idea generalizada de que se vende todo a cualquier precio. Pero ya no es el caso. Las ventas están paradas hasta que el más listo de la clase baje el precio y acepte la oferta que le llega».

Sobran millonarios en busca de la villa perfecta con piscina y con vistas de película, según el notario: «Son muy buscadas. El que pone de cinco a siete millones encima de la mesa sigue viniendo y comprando». Pero en los precios «intermedios» nada se mueve: «Hay incertidumbre a partir de un millón o dos millones y medio de euros. Ese segmento sufre. Si la vivienda no tiene nada de especial, para qué van a pagar 2,5 millones de euros, dicen. Es un segmento tonto que no acaba de arrancar».

Y el que no arranca, pero porque no hay oferta, es el de los precios «más populares», el que se pueden permitir «parejas en las que ambos tengan nómina», según el notario consultado: «Hay mucha demanda de casas que cuesten de 250.000 a 350.000 euros. Hay 15 o 20 promociones en curso en la zona norte de la isla... pero están vendidas. Se las repartieron sobre plano».

Aun así, el sector ha experimentado una reducción de precios, según admite Jeffrey Fernández, delegado de los Apis: «Se han ajustado de un 5% a un 8%. Nosotros calculábamos que sería de un 5% a un 10%. Consideramos que ya se ha producido ese ajuste». Pero no ha bastado: «Con todo, el mercado está relativamente parado», añade. A la pregunta de si aún pueden recortarse algo más los precios, cree que aún hay margen: «Irán muy poquito más».

Fernández describe la situación de elevados precios que vive el sector con una frase, simple pero muy expresiva: «No hay tanto tonto para tanto listo». Hasta ahora, «siempre había alguien que venía y los pagaba. Antes se esperaba que llegara un alemán, luego a que comprara un ruso? Ahora no sé a quién esperan los vendedores, pero siguen esperando».