Son las arañas de los ojos brillantes, o al menos a eso apunta la etimología de su nombre, pero, en realidad, destacan más por su gran tamaño y su llamativo abdomen. Si se tiene en cuenta la longitud de sus patas, siempre extendidas y amenazadoras, son las más grandes que pueden encontrarse en los campos pitiusos, no aptas para aracnofóbicos. Estas arañas son del genéro Argiope (argos significa brillante en griego y ops, ojos), un nombre que también evoca a una ninfa de la mitología griega, y que empiezan a verse con suma frecuencia desde el mes de septiembre, cuando acaba el verano, y comienza la época de apareamiento. Son arácnidos que tienden grandes telarañas orbiculares entre las ramas y resultan inconfundibles por sus características patas con bandas negras y amarillas y por las formas y colores de sus abdómenes, que permiten distinguir con facilidad cada una de las tres especies que son abundantes en Eivissa.

La primera de ellas se conoce popularmente como argiope lobulado ( A. lobata) y es la que muestra mayores diferencias con respecto a las otras dos. La araña avispa o argiope avispón ( A. bruennichi) y el argiope listado ( A. trifasciata) presentan rayas negras y amarillas que recuerdan a las abejas y avispas; también son conocidas como arañas tigre por ese mismo aspecto rayado. Y esas marcas advierten de su veneno, que aunque, en principio, no es muy peligroso para el ser humano, puede provocar una reacción similar a la de una picadura de avispa.

A decir verdad, y respecto al tamaño, los ejemplares visiblemente grandes son sólo las hembras, cuyos cuerpos (sin contar las espectaculares patas) pueden llegar casi a los tres centímetros y que resultan ser tres veces más grandes que los machos. El dimorfismo sexual en estas especies es sorprendente, y la primera vez que observas en la misma tela a macho y hembra, crees que el individuo más pequeño es de una especie diferente. Además, en el género Argiope se da el canibalismo y, al finalizar el apareamiento, el macho tiene que escapar con rapidez si no quiere ser atacado por la hembra, que se lo zampará licuado.

También hay que hacer una precisión en relación con el nombre, ya que estos arácnidos se denominan 'ojos brillantes' porque poseen lo que se denomina tapetum, un tejido detrás de la retina que es el mismo que hace que los ojos de gatos y perros brillen en la oscuridad; es una especie de espejo que refleja la luz cuando, por ejemplo, los enfocamos con una linterna.

Hay otras dos curiosidades relacionadas con estas arañas que vale la pena citar. La primera de ellas es que, al igual que otras especies, cuando se sienten amenazadas se balancean en su telaraña hasta alcanzar tal velocidad que se vuelven prácticamente invisibles. La segunda singularidad tiene el nombre de stabilimentum o estabilimento, y se trata de un grueso entramado de seda en zigzag que estos arácnidos tejen sobre su telaraña y a la que los científicos llevan años buscando una explicación. Las hipótesis propuestas apuntan a que podría servir para alertar a animales grandes, a los pájaros, por ejemplo, de la existencia de la tela o que tal vez atraería presas a la red. Otras especies de arañas que también tejen telas orbiculares realizan sus propios diseños de estos estabilimentos.

En Balears hay citadas 330 especies de arácnidos, aunque en las Pitiüses sólo se ha identificado un centenar de taxones, algunos de ellos endémicos. Podrían existir muchos más, según resaltan a menudo los expertos de las islas, pero los estudios en este campo, y sobre los artrópodos en general, son muy limitados.

El ‘ranking’ del tamaño

Aunque por sus largas y llamativas patas a rayas, las representantes del género Argiope son las arañas de mayor tamaño y más espectaculares que pueden encontrarse en las islas, les van a la zaga las especies del género Araneus, unos arácnidos de abultados abdomenes de color marrón, con manchas blancas que identifican las distintas especies, y fáciles de encontrar en los jardines, en el centro de sus grandes telarañas. Asimismo, puede alcanzar un tamaño considerable la tarántula (araña lobo) que existe en las Pitiüses, la especie ‘Lycosa munieri’, aunque no parece tan abundante ni es tan fácil de observar como los individuos de los géneros Argiope y Araneus, ya que es una araña que construye túneles en la tierra.