La dirección general de Costas ha hecho caso omiso a la petición de Santa Eulària, formulada durante el anterior mandato municipal, para asumir la gestión del embarcadero y los fondeos del islote de Tagomago. Ya con anterioridad Costas había denegado la propuesta municipal de gestionar el quiosco allí existente.

Costas acaba de publicar en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el anuncio con el pliego de bases del concurso abierto para adjudicar la concesión de dos campos de boyas y el uso del embarcadero del islote. Ello supone que cualquier empresa o particular puede presentar su oferta para aspirar a hacerse con el control de estos elementos durante varias décadas, entre dos y cuatro.

La publicación del anuncio cogió por sorpresa al equipo de gobierno del Ayuntamiento, un portavoz del cual admitió que no habían sido avisados de ello, pese a las reiteradas peticiones que el Consistorio ha efectuado ante Costas con relación a estos usos en dominio público.

«Primero habíamos solicitado la concesión para cuatro años y también la de larga duración. Pero primero denegaron la corta afirmando que otras personas habían solicitado la de larga duración y ahora, finalmente, deciden sacar a concurso esta concesión», explicó.

Esta fuente anticipó que el Ayuntamiento de Santa Eulària presentará su oferta en el concurso «para que estos bienes los pueda gestionar una Administración pública y se garantice el uso público de los mismos».

Costas ya rechazó en su momento la petición del Ayuntamiento de gestionar el quiosco porque éste «puede tener ubicación fuera del dominio público marítimo-terrestre», dado que el reglamento de la Ley de Costas establece que cuando una caseta-oficina (que es en lo que quiere reconvertirlo Santa Eulària) pueda instalarse fuera del dominio público, debe hacerse así.

La dirección general de Costas denegó la solicitud del Ayuntamiento después de que los actuales inquilinos, Isla de Tagomago SA, alegaran contra la misma. En concreto, aseguraban que ellos tenían prioridad por haber explotado antes estas concesiones, «por ser los propietarios de la isla», según figura en el documento de Costas, así como «por las inversiones que llevan realizadas y porque parece que el Ayuntamiento lo que quiere es entorpecer su petición».