Cuando la vivienda se está convirtiendo en Ibiza en un bien escaso y es unánime la opinión contraria a seguir aumentando el número de plazas turísticas, el anterior equipo de gobierno del Ayuntamiento de Santa Eulària, dirigido por Vicent Marí, impulsó una reforma de su planeamiento urbanístico para cambiar el uso de un solar cercano al pueblo, que pasará de estar destinado a vivienda privada a convertirse en alojamientos turísticos.

Este es uno de los aspectos más llamativos que incluye la modificación urbanística destinada a construir un nuevo colegio de Primaria en Santa Eulària, además de otras infraestructuras públicas.

Tal y como figura en los expedientes administrativos de este asunto, la citada modificación afecta a al menos cuatro solares del núcleo urbano de Santa Eulària y de es Pouet de Talamanca. En general, se producen aumentos de edificabilidad sobre lo actualmente permitido, que son justificados por el equipo de gobierno como la fórmula necesaria para obtener nuevos equipamientos públicos. El nuevo conseller insular de Urbanismo y anterior concejal en Santa Eulària, Mariano Juan, admitió estos crecimientos, pero los limitó a «45 habitantes más y 200 plazas turísticas más».

En uno de estos solares, ubicado junto al hotel Tres Torres de Santa Eulària, la UA-04 SE, se cambia el uso residencial, que permitía construir viviendas para 300 personas, y se le dota de uso turístico para un total de 500 plazas, lo que arroja la citada diferencia positiva de 200 plazas respecto a la situación anterior.

Mariano Juan admitió esta situación y dijo que es la compensación dada a los propietarios para que el Ayuntamiento pueda disponer de un aparcamiento subterráneo en este solar. «Además, antes de que el uso del solar fuera residencial, ya había sido turístico previamente», señaló.

El conseller y exconcejal negó que se haya ocultado nunca que el proyecto de la nueva escuela incluya esta y otras operaciones urbanísticas: «En el pleno del Ayuntamiento expliqué una a una cuáles eran las parcelas afectadas y lo que se iba a hacer», indicó Mariano Juan. «¿Que hay un crecimiento urbanístico? Sí, pero son 45 personas, que sobre 36.000 no son muchas», señaló. Otras 200 son turísticas.

«A cambio, lo que se obtiene son solares para la escuela, para la estación de autobuses, para un centro de la tercera edad y un aparcamiento subterráneo. Y, además, no se consume suelo rústico, es todo urbano», añadió. También «se compensa a los propietarios que tienen casas payesas en el pueblo y que no las derriben con la posibilidad de edificar una planta más» en sus propiedades.

Preguntado por el motivo por el cual no se tramitó el proyecto del colegio sin más añadidos, como pide la Comisión Balear de Medio Ambiente, Mariano Juan afirmó: «Cada uno tiene su manual. Es cierto que podríamos trocear esta modificación, puntual, pero luego viene el Consell de Ibiza y dice que no se puede, y nos volvemos locos», señaló quien actualmente es el máximo responsable urbanístico del Consell.

Está previsto que en los próximos días los responsables de la Comisión de Medio Ambiente, el Consell y el Ayuntamiento mantengan una reunión para resolver el atasco creado.

En área de torrentes y costa

En área de torrentes y costa

Al margen de los crecimientos urbanísticos que contiene la citada modificación, la Comisión Balear de Medio Ambiente aprecia en el expediente municipal numerosas deficiencias técnicas, empezando por el hecho de que se proyectan viviendas y locales comerciales en zona de torrentes, en áreas con riesgo de inundación y en zona de protección de costas. En la mayoría de los casos se limita el análisis sobre la posible afección ambiental del terreno a una sola frase: «No se verá afectada», sin más detalles.

Toda la modificación puntual es presentada por el Ayuntamiento en su expediente como una simple «traslación cartográfica» a la nueva cartografía, pero, «aprovechando esta traslación», efectúa importantes cambios de ordenación urbanística.