«La idea que tenemos es llevar el centro de salud a la playa y pensar qué se pueden encontrar los bañistas aquí, como una lipotimia, una herida o un ahogado que haya que reanimar», explica la médica Violeta Bagase durante una pausa del taller de reanimación pulmonar que está impartiendo con un grupo de niños. Bagase y otras profesionales de los centros médicos de Vila y de Can Misses aportan este año la parte sanitaria de la campaña 'Una platja per a tothom', impulsada por el Ayuntamiento de Ibiza y que este año cumple su sexta edición.

Después de pasar el viernes por Platja d'en Bossa y el sábado por Talamanca, esta iniciativa llega a su fin con una jornada completa de actividades deportivas, medioambientales y de prevención de la salud en la playa de ses Figueretes. En su primera participación, el equipo de médicas y enfermeras que han acudido como voluntarias está disfrutando del interés que han despertado entre los niños, que se esmeran en practicar el masaje para la reanimación cardiopulmonar.

«Están disfrutando mucho con los muñecos [para las prácticas de primeros auxilios], porque se han producido muchas muertes súbitas en el fútbol y otros deportes, así que es algo que se pueden llegar a encontrar», explica Bagase.

«Fíjate en este niño, que con solo doce años está haciendo una reanimación prácticamente perfecta», destaca mientras observa a uno de los jóvenes participantes en el taller.

Otra de las situaciones más habituales que pueden encontrarse en la playa y que puede sobrellevarse mejor con unos breves consejos sanitarios son las picaduras de medusas. «Aquí está la controversia», subraya Bagase, «porque mucha gente tiene tendencia a limpiar la herida con agua dulce, cuando lo que conviene es el agua salada o el vinagre».

Así, en caso de picadura de medusa, la médica aconseja, en primer lugar, aplicar hielo en la zona afectada, «porque va a reducir mucho la inflamación y el dolor». A continuación, lo ideal es llenar un cubo con agua salada y sumergir en él la herida provocada por la medusa o, como alternativa, remojarla con vinagre.

«Si vemos que se infecta, hay que ir a consulta médica para ver si necesita antibiótico», subraya. Pese a la creencia popular que recomienda orinar sobre una picadura de medusas, Bagase subraya, entre risas, «que hay otras soluciones como el agua salada o el vinagre».

A nadar con los vendajes

En otro de los puestos instalados en la playa de ses Figueretes se encuentra la enfermera Estela Terrer, vendando extremidades y otras partes del cuerpo de los entusiastas alumnos. «El taller de curas es con lo que más están disfrutando», confiesa.

«Algunos me han dicho que se iba a bañar con el vendaje en la cabeza o en el brazo», bromea. La enfermera señala a varios de los que están participando en el resto de actividades luciendo las vendas como si fueran zapatos nuevos.

«Muchos de ellos ya estaban aquí a las ocho y media ayudando a montar todos los puestos», apunta Terrer, que también ha acudido a primera hora de la mañana, durante la clase de aquagym impartida para los mayores. De hecho, esta es una de las iniciativas que desarrollan durante todo el año dentro de las Rutas Saludables que coordina la propia Terrer.

«Vamos combinando caminatas, yoga, pilates y otras modalidades», explica la enfermera, «porque fomentamos mucho el ejercicio físico desde los centros de salud, pero también tenemos pacientes muy activas que son las que organizan muchas de estas actividades».

La asociación de vecinos de ses Figueretes también participa en la jornada desarrollada en la playa de su barrio con el taller de manualidades y reciclaje,que dirige Carolina Rodríguez. Precisamente, la campaña 'Una platja per a tothom' nació de una iniciativa del coordinador del servicio de socorrismo de Vila, Marcos Chércoles, y esta AAVV, que luego se extendió a las otras dos playas del municipio.

Además de enseñar a los niños a reutilizar residuos como elementos decorativos, Rodríguez les anima a repartir ceniceros de cartón y recoger colillas de la playa. Para ello, les entrega un artilugio fruto también del reciclaje, una botella de lejía, cortada transversalmente, agujereada como si fuera un colador. Así van rastrillando la playa y recogen los restos de cigarrillos, mientras que la arena cae de nuevo al suelo.

Los niños también cuentan con un puesto para conocer el medio marino, en el que la educadora ambiental del GEN Balma Albalat les muestra los distintos organismos que pueden encontrar en la playa, como erizos, estrellas de mar o huevos de tiburón, entre otros, además de impartir un taller de microplásticos para sensibilizar del respeto al entorno. La jornada en ses Figueretes se completa con torneos de fútbol, waterpolo y clases de iniciación a la vela, además de juegos con hinchables.