El negro es, en realidad, la ausencia de todos los colores, pero los negros que contemplamos no son puros y la creación del negro perfecto obsesiona a científicos de diversos ámbitos, como a los expertos en nanotecnología que un par de años atrás aseguraron haber conseguido el pigmento más negro que hubiera podido ver el ser humano, el Vantablack, y que, sin embargo, aún no era capaz de tragarse toda la luz. Tal vez ninguno de ellos se haya fijado en la cara del macho del colirrojo tizón, porque si no es el negro perfecto, podría serlo.

A pesar de tono tan notable, no se caracteriza este paseriforme por el color negro, sino por el rojo de su cola, a la que debe el nombre que recibe tanto en castellano como en las islas, donde se conoce como coa roja reial o coa roja de barraca. El peculiar añadido, que lo distingue de otros colirrojos, hace referencia «a su costumbre de dormir en barracas y casetas a menudo abandonadas», explica Manolo Suárez, coordinador de ornitología del Grup d'Ornitologia Balear (GOB). El ornitólogo señala que es un ave «migrante e invernante en Balears y que podemos verla de otoño a primavera, pero sobre todo en invierno, cuando es abundante» y que es habitual entonces verlo en solitario, «defendiendo su trocito de territorio de otros ejemplares». El ornitólogo Oliver Martínez, del Grup d'Estudis de la Naturalesa (GEN), añade que es común en Ibiza y Formentera, incluso en entornos urbanos. Le gustan los espacios abiertos y huye del bosque cerrado. «Suele colocarse en lugares visibles, como el de la fotografía», indica Suárez.

Negra la cara, negro el pecho

Los dos ornitólogos destacan que existe un marcado dimorfismo sexual, una gran diferencia, entre el macho y la hembra de esta especie, que se evidencia en el plumaje. Y no hay duda, por el negro de la cara y el pecho, de que el ejemplar de la imagen se trata de un macho adulto; las hembras tienen un color más uniforme, menos brillante y de un suave tono gris.

El nombre científico de esta especie es Phoenicurus ochruros, y aunque se reconocen cerca de una quincena de especies de este género, solo dos pueden verse habitualmente en las islas. La segunda especie es P. phoenicurus, clasificada como migrante en Balears. Y, excepcionalmente, en las jornadas de anillamiento de aves, en épocas de migración, se han citado colirrojos más raros, como el P. moussieri anillado en l'Illa de l'Aire (Menorca) en octubre de 2016. Oliver Martínez amplía esta materia concretando que hay dos subespecies de colirrojo tizón que pasan el invierno en las Pitiüses, la subespecie nominal (la primera que fue descrita), P. ochruros ochruros, y la subespecie P. o. gibraltariensis, que se reconoce por una gran mancha blanca triangular en las alas.

El colirrojo tizón es un ave básicamente insectívora, que también se alimenta de arañas y pequeños frutos. Y también es un pájaro inquieto que se mueve constantemente, con vuelos cortos y rápidos. «Cuando llega volando y se detiene en cualquier sitio, siempre lo hace de la misma manera, doblando las patas una o varias veces de forma rápida, casi eléctrica, un movimiento que lo hace perfectamente reconocible aunque lo veas de lejos o con poca luz», señala Manolo Suárez. Lo cierto es que, aprendiendo a observar, muchas especies de aves pueden identificarse con relativa facilidad conociendo su comportamiento, sus movimientos, y aunque lo único que veas de ellas sean sus siluetas en la distancia.

Los pájaros

Aunque algunos confundan los términos y a menudo se usen indistintamente, ave y pájaro no son exactamente lo mismo. La palabra pájaro no es un concepto científico, sino un nombre genérico y popular que se usa para referirse a aves voladoras de pequeño tamaño y que entran dentro del numeroso orden de los paseriformes, en el que se encuentran los colirrojos y también gorriones, jilgueros, mirlos, tordos y hasta más de la mitad de las especies de aves del mundo. Lo cierto es que a pesar de la confusión general con los términos, difícilmente se alude a un flamenco, una avestruz, un cormorán o a un buitre refiriéndose a ellos como pájaros, aunque todos ellos sí son aves. Para la mayoría de los ornitólogos, los pájaros de Hitchcock tampoco son propiamente pájaros, ya que se trata de gaviotas.