La playa de Coves Blanques en Sant Antoni permanecerá cerrada durante todo lo que queda de verano por motivos de seguridad. El lugar, debido a su forma recogida y a su aspecto de cueva, acogía durante toda la noche botellones y fiestas como si fuera una zona dedicada al ocio nocturno e impedía el descanso de los vecinos.

«El hecho de que la gente no pueda dormir resultaba muy agobiante», explicó a este diario César Pavón, jefe del puerto de Sant Antoni. «El Ayuntamiento recibía muchas denuncias de los vecinos porque ses Coves Blanques se había convertido en una zona de ocio nocturno, entonces hizo de hilo conductor y solicitó al puerto una solución para erradicar la fiesta y el botellón», contó Pavón. Además, la playa tiene forma de cueva y su acceso es muy estrecho y limitado para las máquinas de limpieza, por lo que la recogida de basura «tiene que hacerse a mano e ir recogiendo pajita a pajita y vaso a vaso», añadió.

La solución

La solución

Para solucionar el problema que presenta la playa, el puerto ha tomado la iniciativa de poner un cierre sencillo con un cartel donde se indica su cierre desde las diez de la noche hasta las ocho de la mañana. Además, está controlada por un vigilante de seguridad. «La primera noche ha sido un éxito, el vigilante contratado ha impedido el acceso de unas 200 personas, tan solo ha entrado un cormorán», bromeó el jefe del puerto.

Los vecinos están «muy contentos» con la solución planteada, indicó Pavón. Además, la playa y la naturaleza «también agradecerán esta solución». Pavón aseguró que ahora «irán más rápidos con la limpieza» y que los alrededores de la playa empezarán a ser «más seguros» durante las noches.