Ocho pacientes de Geriatría del Hospital de Can Misses se pusieron los bañadores para disfrutar ayer por la mañana de una excursión a la playa de Talamanca. El plan: ejercitarse en la arena y recibir masajes de los seis profesionales del programa deportivo-terapéutico 'Un mar de posibilidades'. Y, quién sabe, tal vez darse un pequeño chapuzón.

Juan es uno de estos afortunados pacientes. Llegó a la playa en un autobús con el resto, arrastrando un poco los pies y bajo un sol abrasador, y se marchó con una gran sonrisa en el rostro. Mientras algunos de sus compañeros embarcaban en una plataforma acuática construida para los hidromasajes, él esperaba sentado en la orilla mientras las olas golpeaban sus pies. «Los cambios de temperatura, las olas y la arena activan la circulación de los usuarios», explicó Álvaro, uno de los voluntarios que trabajan en el programa. (Mira aquí las imágenes)

Cuando las nubes aparecieron y comenzó a soplar el viento, Juan se levantó de la silla, descalzo, para recibir un masaje tumbado sobre una camilla por una fisioterapeuta profesional. Más tarde, Gonzalo, el padre de Álvaro y otro de los profesionales, acompañó a Juan a dar un paseo alrededor de la tienda para mover las piernas sobre terreno abrupto. Después de algún juego de equilibrio sentado en una pelota de pilates, encestó aros en un pivote, emocionado, y prácticamente se puso a bailar encima de una boya en la que tenía que mover los pies, como le indicó Gonzalo.

Al terminar todos estos ejercicios, llegó el momento de sentarse y disfrutar de un baño de arena sobre las piernas para estimularlas un poco más. La felicidad de Juan, encorvado sobre su silla, era claramente visible en su rostro.

Sin embargo, el caso de Juan no es el mismo que el de dos de sus compañeros, que respondían relajados con un simple «no» cuando los fisioterapeutas les preguntaban si querían levantarse a hacer ejercicios. Se encontraban muy a gusto sentados mientras les daban baños de arena y masajes con una brocha en las piernas.Masajes en el mar

Masajes en el mar

Los voluntarios y profesionales de 'Un mar de posibilidades' construyeron una plataforma de madera que flota gracias a dos kayaks sobre la que pusieron cuatro sillas. La plataforma está enganchada a una lancha que la adentra en el mar. «Se va a muy poca velocidad porque así la fuerza del agua masajea a los usuarios que hay en las sillas», explicó Álvaro, que añadió: «Los kayaks hacen que las sillas no estén ni muy hundidas ni fuera del agua para que el masaje sea de barriga para abajo».

Álvaro es, además de voluntario, usuario del programa mediante Addif (Asociación de Deportistas Discapacitados de Ibiza y Formentera). «Pedro Cárceles, el director del programa, confía mucho en mí. Llevo 15 años viniendo», comentó ayer. Hay otros dos usuarios que son también voluntarios como Álvaro. «Me siento realizado al ayudar a la gente», concluyó el voluntario.

Mientras Álvaro explicaba su situación, llegó la plataforma después de un paseo en barca de aproximadamente unos 40 minutos. Los usuarios que disfrutaron del masaje acuático se sentaron en las sillas de la orilla al terminar para beber un poco de agua y reponer fuerzas antes de volver al autobús. Todos ellos lucían sonrisas en el rostro, y se reunieron repletos de energía con sus compañeros.16 años de oportunidades

16 años de oportunidades

«'Un mar de posibilidades' es un programa deportivo-terapéutico. Se busca una mejora terapéutica para las personas, en su estado de ánimo o físico, mediante elementos como la naturaleza, el mar o los profesionales que forman el programa», explicó Pedro Cárceles, el director del proyecto, al volver del paseo en barca. «Comenzamos con cuatro chicos con deficiencia visual de la ONCE hace ya 16 años. Hemos ido añadiendo personas con diferentes dificultades hasta superar los 300 beneficiarios al año, desde mayo hasta octubre», comentó Cárceles. El programa asiste a 10 centros y a 14 asociaciones diferentes.

En el programa se trabaja con terapias hídricas ya que, según demuestran muchos estudios, son muy beneficiosas para las personas. «Realizamos todo tipo de actividades como trabajos de samoterapia con arena, de flotación de agua con alga viva o de hidromasaje, como habéis podido comprobar. Algunas de las técnicas son exclusivas del programa», añadió el director.

«Actualmente somos un cuerpo de seis profesionales y 12 voluntarios. Para participar como voluntario hay que entrar en nuestra página web y pinchar donde pone 'contacta'. Nosotros ofrecemos un curso de formación ya que no es fácil encargarse de personas con dificultades, como puede ser bañar a alguien con cero movilidad en manos y piernas», explicó Cáceles.

'Un mar de posibilidades' se sustenta gracias al Club Náutico de Ibiza y al apoyo de instituciones como el Consell o los ayuntamientos de la isla. «Además, nada de esto sería posible sin nuestros patrocinadores, la Fundación Abel Matutes, Obra Social La Caixa y Valoriza L.A., que aportan el tan necesario dinero», añadió el director.

«Es muy guay ver cómo los usuarios entusiasmados y se van con brillo en los ojos. Es una responsabilidad muy grande pero eme llena. Es súper precioso», concluyó Pedro Cárceles, emocionado.