Una roca procedente del espacio penetró en la atmósfera terrestre anteanoche sobre las diez y media (hora peninsular) en algún punto entre Mallorca y Cerdeña (Italia) y, tras desarrollar una vistosa y persistente estela luminosa durante algunos minutos, estalló en pedazos. El fenómeno fue visible desde casi todo el Mediterráneo oriental y las centralitas telefónicas de la policía y de los servicios de emergencia de varias ciudades recibieron cientos de llamadas interesándose por lo sucedido.

Pese a los numerosos testimonios oculares, en España el único observatorio que logró grabar el bólido fue el de Puig des Molins, gracias a las cámaras que tiene instaladas para este fin. En el vídeo obtenido por la Agrupación Astronómica de Ibiza (AAE), el estallido se aprecia ya casi en el horizonte, «lo que demuestra que tuvo lugar a 400 o 500 kilómetros de distancia de Ibiza», en dirección a Italia, explicó el responsable de la red española dedicada a centralizar estos fenómenos, Josep Maria Trigo, del Institut de Ciències de l'Espai, dependiente del CSIC.

«Se trata sin duda de uno de los bólidos más luminosos registrados en España en los últimos años», señaló Trigo, quien otorgó al estallido una magnitud (brillo) de -16, cuando la luna llena no alcanza esa cifra y se queda en -12,6. «Está en el borde de considerarse un superbólido y, por tanto, ser detectable desde el espacio, a través de los satélites que EE UU tiene en órbita», añadió.

La AAE explicó que el bólido no forma parte de la lluvia de estrellas de las Perseidas, puesto que procede de otro cuadrante distinto del cielo.