La representante de Micky Molina, María Sanz, que es la encargada de responder a las llamadas que está recibiendo el actor en su teléfono móvil, ha defendido que su representado "estaba en perfectas condiciones cuando se produjo el accidente, ni borracho, ni mareado, sino no hubiera cogido el coche", sin embargo, Sanz confirma: "Al tomar algo de alcohol y soplar dio 0.70, pero si llega a saber que da no se le ocurre coger el coche", asegura.

Según informó el Ayuntamiento de Santa Eulària, Molina dio positivo por alcohol con 0,91 miligramos por litro de aire espirado en el primer control, mientras que en el segundo dio 0,77. En todo caso, ambas mediciones superan el nivel de 0,61 en la que la infracción administrativa pasa a ser delito. El límite para conducir es de 0,25 miligramos por litro de aire espirado.

Mientras Molina guarda absoluto silencio al respecto y permanece recluido, Sanz ha concedido unas declaraciones a El Programa de Ana Rosa, compartiendo así por primera vez la versión de Molina.

Además, la representante igual que el comunicado confiesa: "Micky está todos los días en contacto con los padres de la niña preguntando cómo está". María va más allá y defiende la reputación del actor, asegurando que: "está apesadumbrado por los hechos", y denuncia "un linchamiento en España contra Micky Molina cuando ha tenido una carrera muy buena, y solo se le recuerda por cuatro cosas", sentencia.