El Consell Executiu aprobó ayer un expediente sancionador de 50.000 euros contra el responsable de un alquiler turístico ilegal en un bloque de pisos de Platja d'en Bossa, según informó la institución en un comunicado.Por otra parte, el Ayuntamiento de Sant Joan envió a la Policía Local a investigar la finca de Benirràs que alquila tipis, tiendas de campaña, un autobús e incluso una hamaca y, según el informe de esta inspección, tomará las medidas oportunas, según informó un portavoz municipal.

En el caso de Platja d'en Bossa, el responsable de esta infracción ha sido sancionado con 50.000 euros por la realización de un servicio turístico sin haber presentado la prescriptiva declaración responsable de actividad. Concretamente, por destinar al alquiler turístico una vivienda plurifamiliar (en un bloque de pisos), cuando solo se puede llevar a cabo esta actividad comercializadora en viviendas unifamiliares (chalets).

Según precisó el Consell, la multa final puede reducirse a 40.000 euros si se beneficia del 20% de descuento por el reconocimiento de los hechos, aunque, en cualquier caso, deberá finalizar esta actividad turística irregular.

Además de esta penalización económica, el Consell de Ibiza tiene prevista otra sanción contra esta misma persona por comercializar irregularmente esta vivienda a través de internet.

Inspección en Benirràs

Inspección en BenirràsPor su parte, el Ayuntamiento de Sant Joan informó ayer de que había enviado a la Policía Local a inspeccionar la finca de Benirràs que, a través de la plataforma Airbnb, vendía pernoctaciones en tipis, tiendas de campaña, una hamaca e incluso un autobús, entre otros habitáculos. Tras la publicación en este diario de estas irregularidades, la propietaria de esta finca retiró ayer por la mañana estos anuncios de Airbnb, aunque mantuvo las publicaciones en las que comercializa habitaciones convencionales.

Un portavoz municipal informó de que, una vez redactado el informe de la inspección de la patrulla, el Ayuntamiento emprenderá las medidas oportunas para evitar las irregularidades que se estén cometiendo en esta finca, que funciona como centro de yoga.

En la información publicada en Airbnb no aparece el número de licencia turística de la casa principal de la finca ni de los diferentes habitáculos que alquila para pernoctar. Entre los anuncios retirados, figura el de una hamaca atada entre dos pinos, a un precio de 23 euros la noche durante el mes de agosto.

En el caso de un tipi para tres personas, el precio para este fin de semana sube a los 220 euros más la tarifa de limpieza y servicio, según se detallaba en Airbnb, mientras que la noche en el autobús, un vehículo de 1959, alcanza los 133 euros. La finca de Benirràs también aloja clientes en un granero, un almacén, una «choza de meditación» y ocho habitaciones en dos construcciones, con las que puede llegar a ingresar más de 1.500 euros por noche.

Orden de demolición parada

Orden de demolición parada

Se da la circunstancia de que el Ayuntamiento de Sant Joan ya ordenó a la propiedad de esta finca a que demoliera seis casetas de madera que había levantado en la ladera del monte. Las casetas carecían de licencia y eran ilegalizables al haberse construido en una zona protegida. Sin embargo, los propietarios presentaron un recurso y, desde octubre de 2014, la orden de demolición dictada por el Ayuntamiento se encuentra suspendida hasta que se dicte una sentencia definitiva.