Un vecino de Jesús ha ganado la batalla judicial que mantenía paralelamente a la de la Asociación de Afectados por la Cantera de ses Planes, que preside Belinda Alonso, la viuda de Ángel Nieto, contra la instalación de sendas plantas de asfalto y hormigón en esta explotación minera de Jesús.

El Tribunal Supremo no ha admitido a trámite los recursos que presentaron la empresa que explota la cantera, Hermanos Parrot, ni el propio Govern balear contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) que anulaba la autorización que, en octubre de 2015, otorgó la dirección general de Industria del plan de restauración de la explotación minera que incluía las llamadas plantas de beneficio industrial.

Así, la sentencia del tribunal balear deviene firme e impide que Hermanos Parrot pueda de momento obtener la licencia de actividad municipal, que estaba aún pendiente de concesión, para montar las dos plantas de asfalto y hormigón, y le obliga a iniciar de nuevo toda la tramitación.

El vecino que ha ganado el pulso judicial a través de la sociedad Neutra Management forma parte de la asociación de afectados por la cantera y su abogado ha colaborado y trabajado «conjuntamente» con el de este colectivo, según explica un portavoz. Como esta persona prefiere guardar su anonimato, la presidenta de la asociación, Belinda Alonso, y su vicepresidente, Daniel Busturia, convocaron ayer una rueda de prensa para anunciar «la victoria judicial de los vecinos de Jesús».

La causa que lideraba Nieto

La causa que lideraba Nieto

Se da la circunstancia de que el TSJB desestimó el recurso que, en su día, presentó la Asociación de Afectados por la Cantera de ses Planes contra las plantas de asfalto y hormigón (ya es firme después de que el Supremo en diciembre del año pasado no admitiera el recurso de casación), mientras que estimó el que presentó un vecino por su cuenta.

El tribunal balear anuló en noviembre del año pasado (ocho meses después de que desestimara el recurso de la asociación de afectados) la autorización del plan de restauración por un defecto de forma en la tramitación de la información pública. En concreto, entre el trámite de información pública (junio de 20013) y la autorización del proyecto transcurrió un plazo de dos años y cuatro meses y, en este periodo, se presentaron alegaciones, se detectaron deficiencias o anomalías, se produjo una renuncia al proyecto inicial, posteriormente recuperado, y se incorporaron modificaciones.

Así, en su sentencia, el tribunal balear destacaba que la información que el promotor añadió a posteriori era «relevante», como el estudio sobre los niveles sonoros de la actividad de la planta, entre otras cosas. Los vecinos no tuvieron conocimiento de esta información al presentarse con posterioridad al trámite de exposición pública, según el fallo judicial.

Hermanos Parrot y el Govern recurrieron esta sentencia al Supremo, pero éste no lo ha admitido a trámite «por carecer de fundamentación suficiente», confirmando el fallo del TSJB, que ahora es firme. El Supremo impone el pago de las costas a los recurrentes con un límite de 2.000 euros.

Belinda Alonso expresó su satisfacción por el fallo del Supremo y recordó la lucha de su difunta pareja contra las plantas industriales. Busturia explicó que ahora la empresa que explota la cantera «podrá empezar a tramitar un nuevo plan de restauración», pero advirtió de que los afectados estarán «atentos» para reclamar a la Administración que autorice «un plan de restauración, pero no plantas de beneficio industrial», que, recalcó, «no es lo que corresponde» para recuperar el antiguo paisaje previo a la cantera.

Aunque los tribunales no se han pronunciado sobre la posible incidencia de la puesta en marcha de una planta de asfalto, Busturia insistió en que «la contaminación, con vientos del este, podría llegar hasta la ciudad de Ibiza» y no sólo afectar a los vecinos que viven «a sólo 200 metros de distancia» de la explotación minera.

Belinda Alonso también se refirió a los problemas de movilidad de la carretera de acceso a la cantera, en la que, recordó, «no caben dos camiones a la vez», al tiempo que lamentó «la permisividad» que ha habido con el tráfico de camiones de gran tonelaje.